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Ejercicio físico

Por qué tenemos más lesiones durante los días de frío

Aunque siempre parecen admirables los relatos de aquellas personas que no cesan su rutina de entreno sean cuales sean las condiciones climáticas, lo cierto es que, ahora que estamos apunto de entrar en los días más fríos de invierno. Al parecer, solemos tener más lesiones durante los días de frío. Vemos por qué.

A destacar que deberíamos tener en cuenta los efectos negativos que las bajas temperaturas pueden tener en nuestros músculos si decidimos hacer deporte en el exterior sin ir suficientemente abrigados.

Durante toda la vida hemos escuchado que sí, el frío es bueno para la circulación y depende como incluso puede ayudarnos a conseguir una piel más tersa y joven, pero lo cierto es que si el ejercicio físico entra en la ecuación, entonces el frío suele favorecer que los músculos estén rígidos y contraídos, cosa que aumenta las probabilidades que existen de sufrir una lesión.

Preparación física

Los deportistas de élite pero, siguen entrenando aún con bajas temperaturas ¿no es cierto? Pues sí, pero eso se debe a su gran preparación física y al hecho de que saben exactamente cuales son las precauciones que deben tomar para evitar estas lesiones.

Esto no quiere decir que no hagamos deporte al aire libre durante el invierno, pues debemos seguir unas rutinas.

Por suerte para ti, a continuación encontrarás información de ayuda que hará que, aunque no tengas un entrenador personal o un equipo de fisioterapeutas, puedas salir a correr o a entrenar incluso en la mañana más fría del año ¡sin que tus músculos se vean afectados!

La salud de nuestros músculos

Uno de los puntos más importantes a tener en cuenta y que debemos respetar ante todo, es la relación entre la temperatura exterior y la salud de nuestros músculos, dos ítems cuya conexión es vital entender ya que uno de los principales objetivos de nuestro cuerpo es preservar el buen estado de nuestros órganos principales.

Para conseguirlo, en invierno nuestro organismo se encarga de llevar más sangre y calor a la zona del tronco (donde se encuentran la mayoría de ellos), y por es por eso que los músculos fuera de esa zona suelen perder calor, lo que hace que estén más rígidos y tengan una menor movilidad.

Siempre calentar

¿Cómo solucionar esto? Es tan simple como darle la importancia que se merece al periodo de calentamiento, que permite que los músculos no se resientan con el frío a causa de una movilización brusca e inesperada del cuerpo.

De forma que no podemos hacer ejercicio sin entrenar o calentar antes.

¿Cómo calentar de manera eficaz?

La manera correcta de calentar es comenzando con ejercicios que potencien la movilidad de tendones, articulaciones y también de nuestro sistema neuromuscular y alargar el periodo de tiempo dedicado a despertar esas zonas durante al menos 25 minutos, especialmente si hacemos ejercicio algo intenso.

Tan importante es respetar ese tiempo, como seguir el orden correcto, que empieza con las zonas mencionadas y sigue con ejercicios que impliquen algún gesto funcional o propio de la práctica deportiva que va a llevarse a cabo para finalizar con un pequeño trabajo cardiovascular que active el sistema cardiorespiratorio.

Solamente respetando esta parte fundamental del entrenamiento que muchas personas suelen eludir para ganar tiempo ¡ya estaremos en gran medida ayudando a nuestro cuerpo y evitando que sufra molestias!

Así pues, mientras esta sería la principal precaución que debemos tomar, solo queda hacernos con un equipamiento adecuado para que el riesgo de sufrir lesiones por las bajas temperaturas sea tendente a zero.

Un equipamiento adecuado

Podemos tener más lesiones durante los días de frío también porque no llevamos el equipamiento adecuado para ello.

Cada época es distinta para hacer ejercicio, y aunque hay zapatillas u otros comunes en distintas épocas del año, otros son indicados para estos meses de invierno.

Aunque es cierto que ese concepto es algo relativo, no es difícil escoger las capas en vez de elegir solo una demasiado gruesa. Y es que aunque el objetivo es cubrir lo suficiente nuestras extremidades -para que no haya la problemática que al principio comentábamos donde al enviar toda la sangre al torso estas se enfrían más rápidamente- debemos seguir una lógica por capas en la que la primera debe configurarse a partir de prendas técnicas, térmicas y transpirables, la segunda debe tener características similares pero abrigar un poco más y la última debe consistir en tapar puntos estratégicos como la cabeza, el cuello y los tobillos.

Ya sabemos que esto puede variar según el tipo de ejercicio que estemos practicando y que conforme hacemos ejercicio entonces solemos tener calor y poder sudar, pero si nos vamos quitando capas entonces es cuando nos constipamos.

En todo caso, el fisioterapeuta es el que debe indicarnos de qué manera poder evitar las lesiones en esta época del año.