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¿Qué hacer si tenemos tortícolis?

Seguro que alguna vez has sufrido ese dolor en el cuello que lentamente te va paralizando los músculos ¡hasta que incluso se vuelve doloroso adoptar posturas naturales o hacer giros de cuello que sí harías habitualmente! Y es que la tortícolis muscular es una molestia que aunque por lo general no es grave, es muy incómoda y bastante común. Por esto, ¿Qué hacer si tenemos tortícolis?

Suele aparecer sobre todo tras hacer sobreesfuerzos de algún tipo con el cuello, aunque también puede ocasionarse si nos hemos expuesto a temperaturas muy bajas, pero lo más común es que aparezca al despertarnos tras una noche en la que hemos adoptado una postura incorrecta al dormir.

¿Por qué sucede?

Pues la columna cervical ha estado durante muchas horas en un mal posicionamiento y es por ello que aparece ese intenso dolor y la rigidez de cuello que provoca una tortícolis.

Aunque puede haber otros motivos para la aparición de estos síntomas, como por ejemplo contracturas por malas posturas sostenidas, patologías como la distonía cervical (enfermedad neurológica en la que se produce una contracción mantenida constante de un grupo muscular).

E incluso pueden darse tortícolis congénitas por malas posturas dentro del útero antes de nacer.

Lo más importante una vez empezamos a sentir dolor en la zona del cuello no es identificar el motivo, sino reaccionar a tiempo para que el dolor no se agrave.

Lo primero que debes hacer para aliviar el dolor es estirarte

¿Qué hacer si tienes tortícolis? Es vital empezar por eliminar el estrés de la zona estirando la musculatura cervical y utilizando calor seco local suave para ayudar a relajar el músculo, una solución que puede ser bastante eficaz si intentamos movilizar suavemente la columna cervical.

Esto servirá para vencer la contractura muscular que se ocasiona en el cuadro de tortícolis antes de recurrir a analgésicos o relajantes musculares.

Asimismo, en la fase inicial, lo más recomendable no es siempre el masaje terapéutico ya que en ocasiones este podría llegar a empeorar la clínica de tortícolis.

Por ello es importante identificar qué tipo de masaje es el más adecuado, si uno suave, basado en estiramientos para luego generar un incremento de vascularización y trofismo puede ser beneficioso, o uno más enérgico si el músculo está muy contracturado.

El dolor no debería durar más de una semana

Aunque la duración es muy variable en función de la causa, las tortícolis simples suelen ser autolimitadas así que pueden durar solamente unas pocas horas, aunque es común que una tortícolis leve dure entre dos o tres días ¡aunque si se trata de una tortícolis distónica esta puede llegar a ser crónica!

En cualquier caso, y sobre todo si experimentas episodios de tortícolis de forma regular, es importante analizar las posibles malas posturas que puedan haber provocado la contractura.

Y para aliviar los dolores leves se puede recurrir al calor suave y los “autoestiramientos”, respetando siempre los límites del dolor.

 

Hacer ejercicio físico y mantener una buena postura a lo largo del día es sin duda la mejor forma de prevenir cualquier tipo de tortícolis, así que, si la tortícolis te preocupa, mantén un estilo de vida activo y sé consciente de la posición de tu columna a lo largo del día ¡intentando que esta esté siempre estirada!