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¿Qué comías de adolescente? Tu hijo puede estar heredando esos hábitos

Los hombres cuya dieta mejoró en la adolescencia tenían un 90 % más de probabilidades de convertirse en modelos de alimentación saludable

Los hábitos alimenticios que los hombres adoptan en su adolescencia podrían determinar, años más tarde, la alimentación de sus hijos. Así lo concluye un estudio del Boston College (Estados Unidos), que señala que los niños tienen más probabilidades de consumir frutas y verduras si sus padres llevaron una dieta saludable durante su adolescencia.

«Nuestro estudio reveló que los padres que comieron más sano en la adolescencia eran más propensos a fomentar hábitos alimentarios positivos en sus hijos», explica Mariane H. De Oliveira, investigadora postdoctoral y autora principal del estudio, presentado en el congreso NUTRITION 2025, celebrado en Orlando (Florida).

Según los datos, los hombres cuya dieta mejoró en la adolescencia tenían un 90 % más de probabilidades de convertirse en modelos de alimentación saludable y un 60 % más de supervisar activamente lo que comen sus hijos. Esta vigilancia incluía limitar el acceso a snacks ultraprocesados y fomentar el consumo diario de frutas y verduras.

El estudio, basado en el seguimiento de 669 hombres, analizó sus patrones dietéticos adolescentes y su posterior comportamiento como padres. Los resultados indican que fomentar una alimentación saludable desde la adolescencia no solo beneficia al individuo, sino que tiene un impacto intergeneracional.

«Los hábitos adquiridos en la juventud influyen en la manera en que educamos a nuestros hijos en torno a la comida», añade De Oliveira. «Invertir en la nutrición de los adolescentes, incluidos los varones, es clave para prevenir problemas como la obesidad infantil y los malos hábitos alimentarios».

Los autores reconocen limitaciones en el estudio, ya que la mayoría de los participantes eran blancos y con nivel educativo alto, lo que podría limitar la generalización de los resultados a otros contextos socioeconómicos. Además, la investigación no evaluó el rol de las madres en la dieta de los hijos, un aspecto que podría aportar nuevas perspectivas en futuros estudios.