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Una nueva pastilla contra el colesterol consigue reducir el ‘malo’ hasta en un 60%

Enlicitide es un inhibidor oral de PCSK9, una proteína que regula la capacidad del hígado para eliminar el colesterol LDL

Un fármaco experimental llamado Enlicitide ha demostrado en un ensayo clínico de fase 3 una capacidad sorprendente para reducir los niveles de colesterol LDL —el llamado colesterol malo— en casi un 60 %. Según los resultados publicados, los pacientes tratados con esta pastilla diaria alcanzaron una caída media del LDL de 58,2 % tras 24 semanas, y después de un año (52 semanas) la reducción se mantuvo en torno al 55,3 %, en comparación con un grupo placebo.

¿Qué es Enlicitide y cómo funciona? Enlicitide es un inhibidor oral de PCSK9, una proteína que regula la capacidad del hígado para eliminar el colesterol LDL. Bloquear la acción de PCSK9 permite que los receptores del hígado capturen más LDL de la sangre, reduciendo así sus niveles circulantes.

En los ensayos, esta acción ha mostrado una potencia similar a la de los anticuerpos inyectables que también inhiben PCSK9, como el alirocumab o el evolocumab.

El ensayo fase 3 incluyó a 303 adultos de 17 países que padecían hipercolesterolemia familiar heterocigota (HeFH), un trastorno genético que eleva mucho el riesgo cardiovascular. Todos los participantes ya estaban recibiendo otras terapias para reducir lípidos (como estatinas) y, aun así, tenían niveles elevados de LDL.

Tras un año de tratamiento con Enlicitide, no solo bajó el LDL, sino también otros marcadores relacionados con riesgo cardiovascular: la apolipoproteína B (ApoB) se redujo un 48,2 % y la lipoproteína(a) (Lp(a)) bajó un 24,7 %.

Seguridad del tratamiento

En cuanto a tolerancia, Enlicitide mostró un perfil de seguridad similar al placebo: la proporción de personas que experimentaron al menos un efecto adverso fue prácticamente igual en ambos grupos (77,7 % en Enlicitide frente a 76,2 % en placebo), y muy pocos abandonaron el estudio por efectos secundarios. Esto es relevante, porque un fármaco potente, pero mal tolerado perdería gran parte de su valor clínico.

Significado para la prevención cardiovascular

El LDL elevado es un factor de riesgo clave para eventos cardiovasculares como infartos o ictus. Tener una pastilla eficaz que reduzca el colesterol malo con una magnitud tan alta podría suponer una ventaja significativa, especialmente para pacientes que tienen dificultades para recibir tratamientos inyectables o para mantener otros tratamientos. Según algunos expertos, Enlicitide podría convertirse en un cambio de juego (game-changer) para la prevención de enfermedades del corazón.

Sin embargo, todavía se necesitan más datos para demostrar que esta disminución tan fuerte del LDL se traduce en una reducción real de ataques cardiacos, derrames o muertes, algo a lo que los ensayos futuros deberán dar respuesta.

¿Para quién podría estar indicado?

Por ahora, el estudio se ha centrado en personas con hipercolesterolemia familiar heterocigota, una forma hereditaria de colesterol muy alto.

Si los ensayos continúan teniendo éxito, podría extenderse a otras poblaciones con alto riesgo cardiovascular y niveles elevados de LDL pese a tratamiento con estatinas u otros fármacos.

Otras terapias recientes en colesterol

En paralelo a este fármaco ya existen otras estrategias novedosas para controlar el colesterol LDL. Por ejemplo, el fármaco Leqvio (principio activo inclisiran), aprobado en varios lugares, se administra mediante inyecciones dos veces al año y ha demostrado reducir el colesterol LDL en un porcentaje importante (alrededor del 54 % en algunos estudios).

Además, compañías como Daiichi Sankyo están desarrollando comprimidos que combinan tres fármacos diferentes (una estatina, ezetimiba y ácido bempedoico) para atacar el colesterol desde distintas vías y aumentar la eficacia.

Pese a los resultados esperanzadores, hay varios retos por delante. Primero, aunque la reducción del LDL es muy potente, no está garantizado que todos los pacientes respondan igual ni que los efectos se mantengan en el largo plazo fuera del contexto de un ensayo. Segundo, deben confirmarse los beneficios clínicos reales: es decir, que menos LDL signifique menos infartos, muertes u otros eventos. También es clave monitorear los posibles efectos secundarios con el uso prolongado. Por último, el coste del nuevo fármaco podría ser un factor importante para su acceso, dependiendo de su aprobación regulatoria y precio.