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Estatuto Marco

Mónica García echa gasolina al conflicto con los médicos: «No tendrán una reforma laboral a la carta»

La Confederación Española de Sindicatos Médicos asegura que el nuevo Estatuto "es un ataque directo a la profesión"

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

La ministra de Sanidad, Mónica García, ha vuelto a echar gasolina con sus declaraciones a un conflicto que mantiene abierto con los sindicatos del sector sanitario por la filtración del borrador del Estatuto Marco que pensaba aprobar próximamente, tras ocho meses paralizado y sin ningún consenso. Así, ha advertido en sus redes sociales que «aprobar una norma sólo para un grupo específico rompería la cohesión del sistema» llevando una propuesta que «nos retrotraería a los años 70», ha señalado.

En los últimos meses, el proceso de negociación del nuevo Estatuto Marco para los médicos en España ha generado gran tensión con los sindicatos médicos y las comunidades autónomas. Esta regulación de las condiciones laborales, ha sido un tema candente en los últimos días y su nula aceptación por parte del sector les ha llevado a convocar una de las mayores manifestaciones contra Sanidad de las últimas décadas.

El Estatuto Marco es una normativa que regula los derechos laborales y las condiciones de trabajo de los médicos y otros profesionales del Sistema Nacional de Salud (SNS). A través de este documento, se busca garantizar la estabilidad laboral, el desarrollo profesional y una remuneración justa para los médicos, todo ello en el contexto de un sistema público de salud cada vez más demandado y presionado.

Desde su creación en 2003, el Estatuto ha sido objeto de revisión y ajustes, pero las negociaciones actuales para actualizarlo se han enfrentado a varios obstáculos, tanto en lo que respeta a las condiciones laborales de los médicos como a las demandas de mejorar la calidad del sistema de salud.

La actual titular de Sanidad, Mónica García, asegura que está en negociación constante con las partes afectadas, ahora que ha trascendido un borrador incendiario, e insiste en que no habrá una norma para médicos como han exigido los sindicatos, lo que la separa aún más de una realidad que exige el colectivo.

Así, desde la propia Confederación Española de Sindicatos Médicos asegura que el texto que ha elaborado la ministra, tal y como está, «es un ataque directo a la profesión, ya que deja completamente desasistido al médico con las propuestas que se hacen respecto a jornada laboral, reclasificación profesional y el régimen de incompatibilidad, cuestiones que, en el caso de las dos primeras, durante el largo proceso de reuniones de trabajo para debatir y recoger aportaciones de los representantes sindicales, se han dejado de lado sin ser sometidas a ningún tipo de negociación».

Por ello, en contra de la sentencia de la ministra que asegura que no tendrán regulación propia, los médicos exigen «una norma específica» que recoja «una nueva clasificación profesional» que tenga en cuenta el mayor número de horas formativas y la mayor responsabilidad y cualificación, y que esto implique, «un incremento retributivo y una diferenciación de los titulados de grado MECES II». «Escapa a la lógica», aseguran «que una clasificación como la que se plantea no suponga cambios retributivos o lo haga sólo para algunas categorías. La reclasificación debe implicar aumentos retributivos que sirvan de base para equiparar nuestros salarios con los del resto de países del entorno europeo para fidelizar al colectivo médico».

Desafío a la unidad

La ministra de Sanidad, Mónica García, acorralada por la unidad de acción -hasta ahora- de todo el colectivo sanitario español en contra de su anteproyecto de reforma del Estatuto marco de la profesión médica, ha logrado que los sindicatos médicos de Madrid (AMYTS), Cataluña (Metges de Catalunya) y País Vasco (SME), rompan con la Confederación Nacional de Sindicatos Médicos (CESM) que agrupa en España a más de 15 organizaciones para tratar de dirigir las acciones contra el borrador de ley que se considera desde la CESM un total «retroceso en derechos de la profesión» y un «desprecio» hacia este colectivo.

A modo de caballo de Troya, la titular de Sanidad, Mónica García, trata de frenar no sólo la mayor manifestación de sanitarios programada para el próximo 13 de febrero ante Sanidad, algo imposible de lograr, sino ahora, reeditar el pacto de Gobierno de Pedro Sánchez al sumar apoyos sindicales de regiones como País Vasco o Cataluña; sindicatos que han abandonado la Confederación Nacional de Sindicatos Médicos (CESM).