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Lo que la ecuanimidad puede aportarte en tu vida

La justicia está ligada a la ecuanimidad, pero ser ecuánime no solo consiste en ser justos. Aquí te contamos lo que debes saber sobre esta virtud. Continúa leyendo.

  • Francisco María
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En estos tiempos de incertidumbre y confinamiento, mantener el equilibrio físico, mental y emocional puede ser un verdadero desafío. Algunas personas son capaces de soportar las situaciones poco afortunadas con serenidad y resistencia. Pero no se trata solamente de estados de ánimo. Si además, cuando tienen que decidir se acercan a lo que es justo, estamos hablando de personas ecuánimes. De esta forma, la ecuanimidad se refiere a dos virtudes: imparcialidad en los juicios y constancia en los estados de ánimo. ¿Crees poder lograrlo? ¡Sigue leyendo!

¿Qué es la ecuanimidad?

La idea de ecuanimidad muchas veces está relacionada con la justicia: se valora a los jueces ecuánimes, es decir, los que se capaces de decidir con imparcialidad. En general, se asocia también a un estado de ánimo equilibrado, la serenidad y la resiliencia.

La filosofía antigua y las religiones se han dedicado a la ecuanimidad. En el budismo es una de las cuatro “actitudes sublimes” junto con la bondad, la compasión y la alegría. Para los estoicos es un concepto central, y en el judaísmo es necesaria para el desarrollo espiritual.

Aunque es difícil encontrar una definición única, se puede decir que la ecuanimidad es un estado de ánimo que permite atravesar más fácilmente los escollos de la vida mediante la paz interior. Una actitud ecuánime permite desarrollar un pensamiento flexible y mantener la estabilidad independientemente del entorno. De esta manera se pueden tomar mejores decisiones en base a lo que exige cada situación.

El camino hacia la ecuanimidad

Convertirse en una persona ecuánime es difícil… ¡pero no imposible! De hecho, la ecuanimidad puede lograrse entrenando la mente con la ayuda de herramientas como la meditación.

En realidad, vivimos sometidos a innumerables tensiones artificiales, creadas por la sociedad consumista. Los acontecimientos agradables o desagradables de la vida nos provocan sufrimiento emocional. No somos capaces de ver las cosas como son, sino como el entorno las presenta.

A veces envidiamos a las personas que son capaces de mantener la calma y la serenidad, aceptando que “lo único constante es el cambio”. Sin embargo la paz interior puede cultivarse mediante técnicas como mindfulness, juegos y actividades sencillas.

Algunas estrategias para lograr la paz interior

Para desarrollar la ecuanimidad existen diferentes métodos. La meditación ocupa un lugar central ya que permite regular las emociones y comprender mejor la realidad.  Pero no es la única. Analiza estas estrategias:

Son solamente algunas de las cosas que puedes comenzar a hacer ya mismo para alcanzar la ecuanimidad. ¿Te gustaría convertirte en una persona asertiva, empática y ecuánime? Puedes poner en marcha nuevos hábitos. ¡No lo dejes pasar!