Influencia del azúcar en las enfermedades cardiovasculares

Durante mucho tiempo, el azúcar se ha relacionado con el desarrollo de enfermedades coronarias.  Aunque no se ha llegado a una conclusión exacta sobre este tema, sigue siendo una duda muy frecuente. Lo que sí es seguro es que para evitar estas enfermedades es necesario tener una dieta equilibrada que nos ayude a mantenernos saludables.  Los azucares son en muchos casos un impedimento para ello, pues acostumbramos a utilizarlos en distintas comidas. La influencia del azúcar en las enfermedades cardiovasculares es un tema importante que debemos conocer. No debemos descuidarnos.

Algunos datos sobre el consumo de azúcar

El azúcar refinado es dañino para la salud.  Se encuentra en bebidas o alimentos artificiales como los refrescos, los cereales procesados, las galletas, chocolates, caramelos, entre otros. Su consumo constituye una de las principales causas de enfermedades crónicas, tales como diabetes y obesidad. También el azúcar que contienen las frutas, denominado fructosa, debe ser consumido con precaución. Un exceso puede derivar en incremento del colesterol y los triglicéridos.

Una persona adulta debería consumir como máximo alrededor de 55 gramos de azúcar al día. Tomando en cuenta que cada gramo contiene 4 calorías, estaríamos aportando al organismo unas 220 calorías.

En España el consumo total de cada persona por día se ubica en unos 120 gramos, muy por encima del valor recomendado.  Esto se relaciona con una mayor incidencia de insuficiencia cardiaca, infarto de miocardio, diabetes e hipertensión arterial.

Según un estudio de la Universidad de Emory en Atlanta, Estados Unidos, los azucares añadidos pueden aumentar los riesgos de enfermedades cardiacas. En la investigación se detectó que las personas que consumían altas cantidades de azúcar también pueden aumentar sus niveles de colesterol y triglicéridos.

Riesgos serios para la salud

Se incrementa, además, el riesgo de muerte por padecimientos coronarios. Una dieta alta en azúcar es tan perjudicial como una que contenga altos niveles de grasa. Ambas aumentan los niveles de los lípidos y pueden desencadenar enfermedades.

Para disminuir las probabilidades de padecer enfermedades cardiovasculares es importante mantenernos saludables. Lo primero es mantener una dieta sana, baja en azúcares y en grasas, pero rica en alimentos nutritivos. Hacer alguna actividad física de manera cotidiana definitivamente aporta cuantiosos beneficios para nuestro organismo. Son aspectos que debemos tener en cuenta para lograr una vida saludable.

Es determinante para ese objetivo disminuir la cantidad de azúcar en nuestra  dieta diaria. Debemos tener conciencia de la cantidad que ingerimos y si determinamos que nos hemos excedido, buscar la manera de reducirla.  Así podremos prevenir numerosas enfermedades crónicas, entre ellas las cardiovasculares.

Ahora que conoces la influencia del azúcar en las enfermedades cardiovasculares puedes tomar medidas para prevenirlas. Lo ideal no es eliminarlas por completo. Su consumo aporta energías que ayudan a un buen funcionamiento del organismo. Pero su ingesta debe hacerse con moderación. También podemos sustituirla por otros alimentos como la miel que es mucho más saludable.