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La grelina y su influencia en las ganas de comer

Relacionado con el apetito desmesurado y el mantenimiento de una dieta balanceada, está la llamada grelina. ¿Sabes en qué consiste esta sustancia?

Llamada ‘la hormona del hambre’, la grelina (o ghrelina) es mucho más que eso. Si bien regula las ganas de comer, también modula procesos fisiológicos fundamentales. Influye en la secreción de insulina y en la memoria.  Sin embargo, su punto fuerte en el organismo es el apetito y la homeostasis nutricional.

El hambre es un mecanismo de defensa que el hombre y el resto de los animales poseen.  Cuando el cuerpo necesita alimentarse, envía una señal al cerebro y aparece la sensación de apetito, las ganas de comer. Es una alerta de supervivencia.  Y la grelina desempeña una función fundamental en este proceso.

¿Qué es la grelina y cómo actúa en el organismo?

La grelina es una hormona gástrica. Se trata de una proteína integrada por 28 aminoácidos, producida por el sistema endocrino. Está implicada en la regulación del estrés, la impulsividad, el dolor y en algunos procesos cognitivos. También contribuye a la secreción de otras hormonas, disminuye la presión arterial y aumenta la función cardíaca.

Una de las funcionalidades destacadas de la grelina es la regulación del apetito. Su concentración aumenta con el tiempo transcurrido desde la última comida y provoca la sensación de necesidad de comer a través de la estimulación cerebral.  Además, actúa sobre el metabolismo de los glúcidos y lípidos, pues reduce la secreción de insulina a nivel del páncreas y se aumentan los lípidos.

¿Cómo impacta la grelina en el apetito?

El mundo padece de una epidemia de obesidad que pone en peligro la salud y la vida. La obesidad está asociada a múltiples enfermedades, que son causa de un alto número de muertes.  Intervenir en la grelina puede ser un camino efectivo para evitar la obesidad y el sobrepeso.

Cuando la grelina se acumula y no disminuye, la persona tiene mayor sensación de hambre y no se siente satisfecha aunque haya comido.  La opinión de muchos científicos pasa por bloquear selectivamente la acción de esta hormona, lo que podría ser una buena estrategia para el tratamiento de la obesidad.  Sin embargo, las investigaciones son incipientes, y todavía hacen falta más estudios para corroborarlo.

¿Cómo reducir los niveles de grelina?

La ciencia sigue su curso. Se ensayan bloqueadores de grelina para disminuir  la acción de la hormona. También existen procedimientos quirúrgicos mediante los que se reducen las células que producen la grelina.  Pero no hay resultados contundentes todavía.

Sin embargo, es posible poner en práctica algunos hábitos y estilos de vida que evitan los efectos negativos de la grelina.  Se trata de integrar a la rutina hábitos saludables.

El ejercicio físico es fundamental, planificar una rutina frecuente puede ayudar a disminuir los niveles de grelina.  El consumo de alcohol es un factor que contribuye a la alteración hormonal, y por tanto, es inconveniente.  Los edulcorantes también aumentan los receptores de grelina. Por tanto será beneficioso evitar el alcohol.

Una llamada de atención especial merecen las dietas que se promocionan como milagrosas. Estas dietas provocan cambios hormonales y el organismo se desequilibra. Ante este efecto, la actividad de la grelina se dispara, aumenta el apetito y desciende el metabolismo.

Un estilo de vida saludable es el camino para combatir la obesidad a través de la acción sobre la grelina. Comienza ya a instalar estos hábitos en tu vida.  Perderás peso y te sentirás mejor.