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Dr. Membrillo: «Por cada fallecimiento en accidente de tráfico, 20 son por resistencia a los antibióticos»

Dr. Membrillo: "Seguimos teniendo personas ingresadas muriendo de un cuadro exactamente igual que el covid de 2020"

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

Según el último informe del Instituto de Salud Carlos III del Sistema de Vigilancia de las Infecciones Respiratorias Agudas (SIVIRA), los contagios de covid-19 siguen en aumento en España, con una incidencia estimada para la semana del 17 al 23 de junio de 151 casos por cada 100.000 habitantes, un 10% más que la semana anterior. Comparado con las cifras de hace un mes, podemos ver que la tasa de incidencia se ha casi cuadriplicado. Asimismo, la tasa de hospitalización por la enfermedad ha pasado de 3,5 casos por cada 100.000 habitantes a 4,5 casos en la última semana.

A lo largo de los últimos días, la variante BA.2.86, comúnmente conocida como Pirola, ha representado casi el 60% de los casos actuales en nuestro país. Una subvariante de ómicron que, aunque presenta síntomas leves, puede llegar a tener consecuencias severas para las personas mayores o con condiciones de salud vulnerables. Además, un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona recogía la semana pasada que la tasa de mortalidad y complicaciones graves de los pacientes con cáncer no vacunados contra esta enfermedad es el doble de los que han recibido la primera dosis completa. Dr. Francisco Javier Membrillo de Novales, vicepresidente y vocal de comunicación de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).

P.- Si nos envolvemos de nuevo en la complejidad covid, encontramos nuevas variantes, nuevos contagios como en meses precedentes y en el olvido de que personas inmunodeprimidas, debe ser prioritaria la vacunación. ¿Por qué sigue habiendo tantas reticencias a la hora de vacunarnos?

R – La respuesta al por qué tenemos problemas con la vacunación es compleja, y yo creo que claramente es un problema de comunicación. Primero, tenemos que entender dos mensajes que pueden parecer contradictorios, pero no lo son.

Debemos explicar que el covid-19 a día de hoy en la práctica para una amplia mayoría de los pacientes es una enfermedad leve que se cursa como un cuadro catarral normal, y que suele presentar un cuadro leve. Pero a la vez tenemos que entender que hay una serie de pacientes, especialmente los ancianos y los inmunodeprimidos en los que covid sigue siendo una enfermedad que puede cursar de forma grave.

En nuestros hospitales tenemos ahora mismo a personas ingresadas en planta, a personas ingresadas en UCI, y a personas ingresadas muriendo de un cuadro exactamente igual que el covid que veíamos en 2020. Tenemos que transmitirlo de manera, lo más clara posible a la población, para que comprenda por qué deben seguir vacunándose, y que no tienen que persistir en la importancia de contar dosis; no es una cuestión de tener una segunda, tercera, cuarta, o quinta dosis, es importante advertirlo. Estamos en un escenario exactamente igual que la gripe; una persona joven sana, sin factores de riesgo y no inmunocomprometida, no tiene por qué vacunarse de la gripe generalmente. Pero una persona que se vacuna de la gripe no cuenta dosis, se vacuna todos los años con una vacuna adaptada a la cepa dominante de ese año y eso es lo que tenemos que trasmitir, que ese es el escenario en el que nos encontramos en el covid a día de hoy.

P.- Hemos visto en un reciente estudio que la tasa de mortalidad y complicaciones graves de los pacientes con cáncer no vacunados contra esta enfermedad es el doble de los que han recibido la primera dosis completa. No se puede comprender que no nos vacunemos… ¿Qué otras estrategias existen para proteger a los grupos más vulnerables?

R – Respecto a otras estrategias, además de la vacunación que tenemos ahora mismo para proteger a los más vulnerables, debemos entender que las vacunas procuran una protección que debemos tener, tanto de esas personas para que no se contagien, como de nosotros cuando vamos a acercarnos a personas de riesgo y tenemos síntomas respiratorios.

Yo cuando tengo un cuadro respiratorio, sea un catarro, sea una gripe, un covid, tenga un cuadro con fiebre, sin fiebre, con tos, sin tos, con mocos, sin mocos o con afectación del estado general, no debo ir en un medio de transporte público sin mascarilla. Como tampoco debería visitar a ancianos inmunocomprometidos o pacientes de riesgo sin taparme cuando toso.

Mensajes que yo creo que nuestros niños curiosamente desde los colegios lo han entendido muy bien, y que yo creo que en 20o9 con la gripe A, todos lo entendimos muy bien. Comprendimos que cuando tosíamos nos tapábamos con el codo. Pero en la actualidad, hemos dejado de hacerlo curiosamente. Hemos pasado de una actitud de respecto a la higiene de manos muy estricta, a volver a ver en el día a día en cualquier lugar público como las personas, cuando tosen, no se tapan o se tapan con la misma mano con la que luego están pulsando el botón del autobús. Esto es lo más importante, entender que debemos mantener la higiene como cuando estabamos en pandemia.

Además de estas consideraciones, tenemos un problema serio a día de hoy, tenemos pacientes los que la vacuna, especialmente los pacientes inmunocomprometidos, por la interacción de otros tratamientos, tienen sus defensas más déviles y no responden de igual forma. Y a este respecto, estamos ahora mismo huérfanos de opciones terapéuticas, anteriormente teníamos combinaciones de inmunización pasiva de anticuerpos que inyectábamos a los pacientes, y que les protegían durante los meses de mayor riesgo con los anticuerpos que ellos no eran capaces de producir por la vacuna, y a día de hoy no podemos contar con esa opción. Tenemos noticias alentadoras de la aprobación de nuevos anticuerpos adaptados a las variantes actuales, uno en Estados Unidos y otro en proceso de aprobación en Europa, pero, aún no están disponibles para un pequeño subgrupo de estos pacientes que se beneficirían ampliamente con el tratamiento.

P.- Las infecciones clásicas, como las meningitis purulentas, las emergentes, como las transmitidas por las garrapatas, o el bioterrorismo, y las infecciones que producen alerta, como las mucormicosis, el hongo que puede ser letal, también están en sus listados de competencias, ¿cómo están evolucionando estas patologías tras la pandemia?

R – Efectivamente, el mundo de las infecciones emergentes es cada vez más complejo y cambiante. En un mundo cada vez más conectado con más viajes internacionales, ¿cómo están evolucionando estas patologías? En muchos casos, tenemos un mayor conocimiento de muchas de ellas tras el diagnóstico y al tratamiento; y, en otras, nos siguen faltando opciones adecuadas de tratamiento y, desde luego, donde tenemos un problema serio en España, es respecto al manejo de estas patologías por el hándicap de ser a día de hoy el único país de la unión europea sin especialidad en enfermedades infecciosas.

Hace unos días se ha aprobado en el Consejo de ministros, la creación de la especialidad de medicina de urgencias, pero tenemos que recordar que llevamos desde hace dos años con el real decreto que establece el procedimiento de creación de la especialidad de enfermedades infecciosas y  es fundamental para tener profesionales preparados para diagnosticar y ofrecer la primera respuesta al nuevo escenario por infecciones complejas que cada vez son más frecuentes.

Recordemos, por ejemplo, en cuanto a las enfermedades transmitidas por garrapatas, que la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, es una fiebre hemorrágica que puede ser tan grave como el ébola y quiere las mismas medidas de aislamiento que puede transmitirse de persona a persona.  Por desgracia vemos todos los años enfermedades graves y fallecimientos de personas españolas que se contagian en España de una fiebre hemorrágica, pero no disponemos de profesionales especializados vía MIR para tratarles.

P.- Otro problema al que se enfrentan cada día en estas unidades es a la resistencia a los antibióticos, ¿cómo valora la situación actual de este problema sanitario?

R – Un estudio reciente realizado en el 2023 por nuestra Sociedad en España nos da un dato que yo creo que es demoledor: por cada persona que falleció en España en un accidente de tráfico en 2023, otras 20 personas fallecieron por consecuencias de infecciones graves por microorganismos resistentes a los antibióticos.

A este respecto tenemos que volver a la importancia de tener profesionales formados. Todos los médicos prescriben antibióticos, estamos innovando, tenemos cada vez más tratamientos de última generación que nos van dando nuevas opciones frente a nuevos mecanismos de resistencia que aparecen en estas bacterias, pero tenemos que saber utilizarlos.

El problema que tenemos es el de la presión selectiva; si a todos los pacientes les tratamos con el antibiótico de última generación favorecemos que las bacterias que entran en contacto con otros pacientes vayan seleccionando y evolucionando, adquiriendo nuevos mecanismos de resistencia.

Por lo tanto, tenemos que saber cuándo utilizar estos antibióticos, no en todos los pacientes. Y lo contrario, si el procedimiento habitual que seguimos es que el paciente que tiene una infección grave se le trata con un antibiótico clásico, y no se amplía espectro, no se plantea consultar a un especialista en enfermedades infecciosas hasta que las cosas no están yendo bien. Estamos perdiendo horas o días, que pueden ser determinantes para salvar la vida de este paciente.

P.- ¿Hay innovación en los antibióticos tanto en farmacocinética, como en farmacodinámica?

R – Claramente sí. Hay innovación en antibióticos, vamos teniendo buenas noticias todos los años. Estamos en una situación mejor que la década pasada, pero necesitamos más, necesitamos más innovación y sobre todo el desarrollo, no sólo de antimicrobianos para enfermedades con alta casuística con interés comercial, sino para otras que están más abandonadas para las que no tenemos opciones de tratamiento eficaces y que tienen menos interés comercial o industrial.

P.- ¿Cómo ve la evolución de las enfermedades infecciosas en los próximos años? ¿se pausará su expansión en algún momento?

R – A este respecto, hace dos años realizamos un estudio que publicamos en formato libro en nuestra sociedad (SEIMC) sobre cómo esperamos la evolución de las enfermedades infecciosas en 2050, y los datos muetran que que estas patologías va a ir a más. Vamos a tener más infecciones, más complicadas, por lo que necesitamos más preparación, más innovación, y más profesionales preparados.