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Jefe del Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital del Sureste de Madrid

Dr. Alonso Poza: «Es una temeridad absoluta volar a los tres días de una cirugía»

Turquía se ha convertido en un destino popular para el turismo médico, especialmente para procedimientos estéticos como la cirugía plástica, de la obesidad y la restauración capilar. El país cuenta con una amplia variedad de clínicas y hospitales que ofrecen tratamientos a precios muchos más bajos que en otros países. Este turismo médico es una industria en crecimiento debido a una serie de factores, como son los bajos precios de la atención médica, la posibilidad de acceder a tratamientos que no están disponibles en el país de origen o las listas de espera.

Si bien el turismo médico puede ser una opción atractiva para algunos, también conlleva ciertos riesgos. OKSALUD entrevista a jefe del Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital del Sureste de Madrid, Dr. Alfredo Alonso Poza para que nos explique los riesgos que conlleva someterse a operaciones en otros países.

PREGUNTA.- ¿Cuál es el principal riesgo al que se enfrentan las personas que se van a operar a Turquía?
RESPUESTA.- Es importante que los pacientes investiguen cuidadosamente y consideren todos los factores antes de tomar la decisión de viajar para recibir atención médica.

Hay que tener en cuenta las diferencias en la regulación y en los estándares de atención médica, y sobre todo, en las posibles complicaciones posteriores al tratamiento. Yo no sé exactamente qué sistema de formación tienen en Turquía y, por lo tanto, es posible que haya carencias en cuanto a la formación y aunque no puedo asegurarlo, lo que está claro es que efectivamente existe una mortalidad mucho mayor que aquí. Que haya habido cuatro muertes en el último mes, quiere decir que las cosas no se están haciendo bien en los hospitales donde se hayan operado estos pacientes.

P- ¿Por qué las personas asumen esos riesgos?
R.- El turismo sanitario es un riesgo que asume la gente de forma totalmente desmedida, bajo mi punto de vista, pero en este mundo, obviamente, no puedes hacer nada por llevarle la contraria a una persona que decide tomar esa decisión.

Lo que sí puedo asegurar es que los cirujanos españoles, en su mayoría, estamos registrados en la sociedad española de cirugía y somos los que la hacemos con solvencia las operaciones que nos corresponden y nos forman cuando se hace la especialidad vía MIR.

P.- ¿En el caso de someterse a una cirugía, dónde está el peligro?
R.- La cirugía está muy estandarizada y en manos expertas tiene bajo riesgo pero no es así en manos inexpertas. Es una temeridad absoluta, volar en un plazo muy reducido de tiempo después de operarse o haberse sometido a cualquier tipo de intervención, o sea, a los tres días, como es el caso de algunos pacientes que vuelven de Turquía.

Estamos hablando de técnicas invasivas que suponen riesgos para la salud y hay que ser muy cuidadosos. Por ejemplo, en el caso de la cirugía de la obesidad, estamos ante un proceso muy complejo con un paciente también muy complejo. Hay que hacer una sección de los vasos cortos que van desde el estómago hasta el bazo y son unos vasos difíciles de coagular y de cauterizar.

Aquí lo hacemos con un bisturí de radiofrecuencia y, pese a esto, existe riesgo de sangrado que implicaría una reintervención de forma inmediata o en caso contrario, podría ser causa de muerte del paciente. Por eso dejamos ingresado al paciente tres días y en muchas ocasiones le hasta cinco y recomendamos no viajar después de la intervención.

P.- ¿Existen garantías al operarse en países como Turquía?
R.- Como ya he comentado, desconozco la formación médica en países como Turquía. En España los médicos están muy bien formados y tienen capacidad para solucionar todas las complicaciones propias de una intervención. Los pacientes obesos, por ejemplo, pueden tener riesgos asociados como cardiopatía o problemas pulmonares que pueden complicar las operaciones y las recuperaciones.

La mayoría de las veces tienen que estar hospitalizados más tiempo y debe hacerse la intervención por «manos expertas». En España, esto está muy controlado por la Asociación Española de Cirugía de la Obesidad (SECO) y esta regulación no existe en otros países. Considero que estos pacientes españoles deberían operarse aquí, donde todo está regulado y supervisado para ofrecer las mejores garantías.