OkSalud

Dolor del talón: una patología que se confunde con la fascitis plantar

La falta de especialización puede hacer que estos cuadros se diagnostiquen, de forma errónea, como falsas fascitis plantares

Como tratar el dolor de la planta del pie

El dolor de talón es una patología del pie muy frecuente, cuya etiología no está totalmente aclarada. Aproximadamente el 90% de los casos se resuelven en un plazo de 10-12 meses, pero un 10% de los mismos se cronifica y pueden requerir tratamiento quirúrgico. 

Álvaro Iborra, codirector de Avanfi y jefe de la unidad de cirugía de pie y tobillo del Hospital La Zarzuela, reconoce: «Hoy en día muchos pacientes con dolor de talón reciben un diagnóstico erróneo de fascitis plantar. En muchos casos, pese a informes de RMN o ecografías que informan que la fascia está normal, porque se desconocen muchas otras patologías que generan dolor de talón». 

Se considera que el 10% de la población mundial tendrá dolor de talón a lo largo de sus vidas, una verdadera epidemia, por lo que es necesario profundizar en las causas del mismo. 

Una de las patologías que pueden provocar dolor de talón, es el síndrome del túnel tarsiano, un atrapamiento del nervio tibial posterior en el tobillo o de sus ramas finales (nervio plantar medial y plantar lateral) en el arco interior del talón y del pie. 

«El cuadro clínico cursa con dolor de talón y de la planta del pie, como si de una fascitis plantar se tratara, pudiendo llevar al especialista a un diagnóstico erróneo de fascitis plantar. Sin embargo, también puede causar imposibilidad para permanecer de pie mucho tiempo, para caminar, quemazón o ardor de los pies, que va empeorando al avanzar el día, a diferencia del dolor en frío, o por la mañana, de la verdadera fascitis plantar», destaca Manuel Villanueva, traumatólogo y director de Avanfi. . 

El síndrome del túnel del tarso es una patología muchas veces desconocida, ya que su diagnóstico es verdaderamente complejo y requiere de mucha experiencia por parte del especialista. 

Diagnóstico correcto

Además, destaca Iborra, «muchas veces las pruebas de diagnóstico habitual (resonancia magnética, ecografía, electromiografía, etc.) son normales en las neuropatías periféricas del pie y del tobillo, por lo que el diagnóstico se escapa y las opciones de tratamiento precoz también. Para hacer el diagnóstico correcto se r requiere mucha especialización, pericia clínica y recurrir a otros test diagnósticos como la infiltración selectiva de anestésico alrededor del nervio bajo control de ecografía, los estudios de neurofisiología guiados por ecografía o la medición de la presión del nervio dentro de sus canales anatómicos en el tobillo y el pie».

La falta de especialización o de los test diagnósticos apropiados puede hacer que estos cuadros se diagnostiquen erróneamente, en lo que podríamos llamar las falsas fascitis plantares.

A veces, el dolor de talón se produce por la compresión selectiva de un nervio de la planta del pie, el nervio de Baxter. La neuropatía de Baxter, originada por la compresión de este nervio puede generar dolor de talón. A veces coexisten el dolor mecánico del talón (fascitis u otra causa) y el dolor neuropático (por atrapamiento nervioso). 

«Los pacientes pueden presentar dolor quemante o ardiente, hormigueante o eléctrico. También entumecimiento del talón e, incluso, de la planta y/o dedos. Los síntomas suelen aparecer en la parte interna del pie o en el talón. Sin embargo, algunas personas pueden sentir dolor en la planta del pie o en el quinto dedo por compresión del nervio plantar lateral, que inerva esa parte del pie y del que nace el nervio de Baxter», comenta el Dr. Villanueva.. 

Es muy frecuente encontrar, en las consultas especializadas, pacientes muy jóvenes (20-40 años) con dolor de pies no bien diagnosticado ni resuelto que están muy inválidos, algo que no ocurre, por ejemplo, con los pacientes que tienen atrapamiento en la mano del nervio mediano (el túnel del carpo). 

Aunque el especialista considera que los atrapamientos nerviosos son una verdadera epidemia como causa de dolor del talón, muchas veces no bien diagnosticado, existen otras causas posibles

Tratamiento

El tratamiento del dolor de talón debe ir orientado a las causas. Corregir o mejorar las deformidades del pie con plantillas, calzado especial o cirugía cuando sea necesario. 

La fascitis plantar puede mejorar con plantillas, fisioterapia, ejercicios selectivos o infiltraciones de diferentes terapias. Si el cuadro se cronifica debe operarse, una operación que se puede hacer en la consulta, sin abrir, con anestesia local, en 10 minutos, con un aguja, como ha publicado el autor y su equipo. El paciente sale caminando de la consulta. 

En el caso de las neuropatías periféricas del pie el tratamiento debe abarcar la medicación antineurítica, la corrección de alteraciones metabólicas o reumáticas, los bloqueos con anestesia o la radiofrecuencia para modular la respuesta dolorosa del nervio, todo bajo control de ecografía de alta resolución. 

«En ocasiones es necesaria la cirugía para descomprimir el nervio. Si hay una causa extrínseca (un músculo accesorio que comprime el nervio, un tumor, muchas varices o bridas vasculares, se hará cirugía abierta con gafa lupa de gran aumento), pero si no existen estas causas se puede hacer la cirugía ecoguiada ultramínimamente invasiva, para descomprimir el nervio en el tobillo y sus ramas principales en el talón y el pie, incluido el nervio de Baxter», explica el Dr Iborra.

El paciente debe de saber que el nervio es un tejido que llamamos tiempo-dependiente es decir cuánto más tiempo lleve comprimido más incierta será la eliminación del dolor, por eso en ocasiones se llega a tomar la decisión de cortar el nervio para dejar sin sensibilidad al talón, esta opción sería lo que llamamos cirugía de rescate para el dolor crónico de talón. Aunque se ha avanzado mucho en el conocimiento y tratamiento de esta patología tan compleja algunos pacientes no se recuperarán del todo, por lo que es fundamental la difusión de esta patología para no encontrarnos personas sin diagnosticar que han estado sufriendo este cuadro, sin un diagnóstico, hasta 20 años, generalmente en las edades más fértiles de la vida, como nos hemos encontrado en nuestra praxis médica en los últimos 12 años.