Diabesidad: la pandemia silenciosa que se asocia a una dieta desequilibrada y vida sedentaria

El término hace referencia a la combinación de dos enfermedades: la obesidad y la diabetes mellitus tipo 2

¿Qué es la globesidad?

Diabesidad: la pandemia silenciosa que se asocia a una dieta desequilibrada y vida sedentaria
La diabesidad se emplea para referirse a la presencia de diabetes tipo 2 en personas obesas.

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La diabesidad es un término empleado para referirse a la presencia de diabetes tipo 2 en personas obesas, una combinación de dos factores de riesgo muy negativa para la salud cardiovascular.

Según indica la Universidad de Navarra (CUN), la obesidad es el trastorno metabólico más frecuente de la sociedad desarrollada y afecta al 20% de la población española. La Organización Mundial de la Salud (OMS), por su parte, alerta que los casos de obesidad se han triplicado en todo el mundo desde 1975. Estamos ante una enfermedad que aumenta su incidencia día a día debido, principalmente, al cambio de paradigma social que aboga por el sedentarismo y la ingestión de alimentos grasos y azucarados muy perjudiciales para la salud.

La Federación Internacional de Diabetes (FID) estima que 537 millones de adultos viven actualmente con diabetes en todo el mundo y el 90% de ellos presentan una diabetes tipo 2. El aumento del número de casos con la patología  se debe a una compleja interacción de factores socioeconómicos, demográficos, medioambientales y genéticos.

Asimismo, el incremento de los niveles de sobrepeso y obesidad hacen que la diabetes prevalezca y crezca en las sociedades industrializadas. La Sociedad Española de Diabetes (SED) estima que en España hay cuatro millones de españoles que padecen diabetes tipo 2 y la mitad de ellos presenta sobrepeso u obesidad.

Diabesidad y riesgo cardiovascular

La combinación de ambas patologías, obesidad y diabetes, ahora se tratan conjuntamente bajo el término diabesidad con el fin de poder aplicar tratamientos más adecuados y específicos. Si bien cada una de estas enfermedades por sí misma supone un riesgo para la salud, cuando se combinan, puede derivar en otras complicaciones más severas como en enfermedades cardiovasculares. De hecho, el riesgo para estos pacientes se multiplica por tres en comparación con las personas que no sufren diabetes.

Los efectos de la diabesidad, según La Fundación para el corazón, se pueden resumir en tres:

  1. Se asocia con frecuencia a otras afecciones como hipertensión y colesterol elevado, ambos factores de riesgo para sufrir complicaciones cardiovasculares.
  2. El exceso de glucosa y de colesterol dañan progresivamente los vasos sanguíneos y aceleran el proceso de arteriosclerosis, aumentando así el riesgo de padecer una angina de pecho, un infarto agudo de miocardio e incluso la muerte cardiaca súbita.
  3. El peligro que tiene una persona diabética a padecer un evento cardiovascular es similar al de un paciente no diabética que ya haya tenido un infarto.

Prevención

Ser precavidos, evitar los factores de riesgo y combatir el sobrepeso y la obesidad a tiempo son las la claves para evitar el desarrollo de la diabetes tipo 2. Los expertos coinciden en que la solución está en adoptar hábitos de vida saludables como seguir una dieta equilibrada y hacer ejercicio de manera regular desde edades tempranas.

La obesidad no se ve como una enfermedad devastadora en la sociedad, pero lo cierto es que aumenta el riesgo de mortalidad y da lugar a múltiples complicaciones, además del evidente deterioro de la calidad de vida del usuario. Para evitarla, estas son las recomendaciones de la OMS:

  1. Limitar la ingesta energética y las calorías procedentes de grasas y azúcares.
  2. Aumentar el consumo de frutas y verduras, así como de legumbres, cereales integrales y frutos secos.
  3. Realizar actividad física periódicamente. Para los jóvenes, 60 minutos diarios, y, para los adultos, 150 minutos semanales.

Además de la concienciación individual, en el plano social es importante impulsar políticas y planes que potencien el estilo de vida saludable. De la misma forma, es preciso adoptar medidas para paliar la mala alimentación, como implementar impuestos en las bebidas azucaradas para disminuir su consumo.

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