El desierto cataría causa estragos entre los ciclistas del Mundial

Practicar deporte en pleno desierto no resulta nada sencillo. O al menos no se reúnen las adecuadas condiciones para que la salud no sufra daños. La última muestra la encontramos durante la celebración del Mundial de Doha de ciclismo, en donde sólo 53 ciclistas de los 197 que tomaron la salida pudieron llegar a la matea. El desierto cataría causó estragos entre los ciclistas.

El recorrido ya era de por sí bastante exigente, con 257,5 kilómetros llanos, pero con una temperatura que rebasaba los 35 grados. Con todos estos datos se puede decir que tres de cada cuatro participantes tuvieron que retirarse antes de tiempo. El primero en cruzar la meta fue Peter Sagan, mientras que el último, a 6 minutos fue el estadounidense Robin Carpenter.  En el conjunto español, en donde había ausencias notables, sólo pudo acabar Imanol Erviti.

Las altas temperaturas registradas a lo largo de toda la jornada y la brecha abierta por unos escapados consiguió hacer de esta prueba un auténtico infierno. Algunos, como el alemán John Degenkolb tuvo que ser atendido por los servicios sanitarios a causa de un golpe de calor.

Más competiciones deportivas en el país

Sin embargo, no será el primero ni el último evento que se celebre en tierras cataríes. El país realiza una fuerte apuesta por el deporte y el dinero que manejan les permite organizar citas de primer nivel. Sin embargo, parece que no piensan en exceso en los deportistas ni en el espectáculo, muy mermado por las condiciones climatológicas. De hecho, hubo ausencias destacadas de algunos ciclistas como Valverde, Joaquim Rodríguez o Chris Froome al entender que el circuito tan llano no les beneficiaba.

En declaraciones a Efe, Erviti explicó que no resultaba nada sencillo “estar en bici por el desierto y eso pasa factura”. Además del calor, el fuerte viento también hizo de las suyas.