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¿Cuánto engordan los helados?

Están muy ricos y no todos llevan los mismos ingredientes, ahora bien, conviene saber qué calorías poseen y si realmente engordan más de lo normal.

Cremosos, refrescantes y de múltiples sabores. Los helados son los preferidos del verano, pero lo cierto es que pueden consumirse durante todo el año. Están muy ricos y no todos llevan los mismos ingredientes, ahora bien, conviene saber qué calorías poseen y si realmente engordan más de lo normal.

En líneas generales, depende de lo que lleven y de la cantidad que tomemos de éstos para que nos lleguen a engordar. ¿Pero cuánto? Lo explicamos.

Cuestión de calorías

Los helados, por su elaboración, en la que están presentes leche, grasas lácteas, frutas, azúcar, otros edulcorantes como miel, y si tienen en su composición yemas de  huevo, nueces, chocolates, galletas… “tienen los condicionantes necesarios para ser alimentos muy calóricos o al menos con altas densidades de éstas, por lo que se debe vigilar su ingesta y no tomarlos en grandes cantidades y de una forma habitual”, aclara Antonio Villarino, presidente de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA).

Si bien, hay que remarcar que la cantidad de variedades que hay en el mercado hace que no todos tengan los mismos valores de calorías. El profesional explica que si calculamos por 100 mililitros de producto (que es un valor de porción normal a generosa; tenemos datos que van desde las 90-100 Kilocalorías (razonable) a las 380-400 (disparatadas).

El presidente de SEDCA remarca que los que menos calorías aportarían serían los tipos polo o tarrina de 70 ml, y con pocos componentes que irían de las 70 a las 80 Kilocalorías.

Menos azúcar para ser más saludables

Como vemos debemos tener en cuenta su composición si no queremos que los helados nos engorden. Siempre hay diversas alternativas y es optar por helados algo más healthy, es decir, donde se reduce o se elimina el aporte de azúcar y grasas.

Antonio Villarino reconoce que los helados tienen aspectos beneficiosos, como el aporte de nutrientes de una forma muy agradable y sencilla, además de ser muy fácilmente digeribles, e incluso poder facilitar la digestión de una comida. Aunque el profesional reitera que no justifica que debamos tomarlos como norma y, especialmente, los que son muy calóricos.

Entre sus beneficios, además de mejorar la digestión, destaca que mejora el tejido óseo, al aportar una gran cantidad de leche y de calcio. Son fuente de vitaminas del grupo B, A, D y E, y nos hidratan.