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El covid persistente en España no se diagnostica a tiempo: éstos son sus síntomas

Para que un caso sea considerado como covid persistente, estos síntomas deben manifestarse entre cuatro y doce semanas después de la infección

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

Un paciente tarda, en promedio, cinco meses en obtener un diagnóstico de covid persistente a través del Sistema Nacional de Salud (SNS), según un informe de la consultora europea Cegedim Health Data España. Este análisis se basó en datos de The Health Improvement Network (THIN) España, una base de datos de registros médicos anonimizados.

Los síntomas de este coronavirus persistente son diversos y a menudo inespecíficos, lo que podría explicar el retraso en el diagnóstico. Entre los síntomas más comunes se encuentran la fatiga, dolores corporales, problemas respiratorios, tos continua y disfunciones cognitivas como confusión, pérdida de memoria y dificultades de concentración.

Para que un caso sea considerado como covid persistente, estos síntomas deben manifestarse entre cuatro y doce semanas después de la infección inicial, ya sea de forma constante o intermitente.

El estudio también revela que este tipo de coronavirus persistente se diagnostica con mayor frecuencia en mujeres que en hombres, con una proporción de dos a uno. Además, el grupo de edad afectado ha cambiado: mientras que en 2022 la mayoría de los casos se presentaban en personas de entre 40 y 44 años, ahora se observa una mayor incidencia en pacientes de 60 a 64 años.

«Aunque es cierto que las nuevas variantes, como la FLiRT, que predominó este verano en España y gran parte de Europa, están causando menos casos de covid persistente, esta disminución no resta importancia al seguimiento clínico necesario para tratar a los pacientes afectados por esta condición», señaló Carlos Iglesias, director médico de Cegedim Health Data España.

Otro hallazgo del análisis, que abarca datos desde 2022 hasta mayo de 2024, sugiere una posible relación entre el uso de ansiolíticos antes de contraer SARS-CoV-2 y una mayor predisposición a desarrollar esta enfermedad persistente. Según los datos de THIN España, la cronificación de la enfermedad ocurre un 20 % más en pacientes que tomaban ansiolíticos antes de la infección, en comparación con aquellos que no los utilizaban.

«Si bien esta correlación podría ser indirecta, y el uso de ansiolíticos podría estar asociado a un perfil de paciente específico que tiene un mayor riesgo de sufrir esta enfermedad respiratoria persistente, sería valioso realizar estudios más exhaustivos para explorar esta posible asociación», comentó Iglesias.

Además, es común que los pacientes de Covid persistente también experimenten alteraciones psicológicas, como ansiedad o depresión. Aproximadamente un 7 % de estos pacientes comienza tratamiento con ansiolíticos tras la infección y la aparición de síntomas crónicos, lo cual podría estar relacionado tanto con los síntomas físicos como con la demora en el reconocimiento y diagnóstico de esta afección.