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Conoce qué es la disartria, una alteración del habla

La disartria se define como una alteración en el control de los músculos del habla. Esto produce una serie de problemas y cambios importantes en la vida de quienes los sufren.

La disartria se define como una alteración en el control de los músculos del habla. Esto produce una serie de problemas y cambios importantes en la vida de quienes los sufren.

Encontramos varias causas, síntomas y tratamiento de la disartria. Conoce un poco más sobre esta enfermedad.

Posibles causas

No están del todo clara pero puede darse por diversidad de temas. Desde tener problemas neurológicos, a debilidad muscular, pasando por tener dificultades en la coordinación motora. Pero también puede estar relacionado con determinadas enfermedades como la de Parkinson,  esclerosis múltiple, traumatismos craneoencefáclios, y enfermedad de Hungtinton.

Qué síntomas encontramos

Las personas que sufren de disartria suelen presentar ciertos síntomas comunes y esto les identifica a la hora de establecer un buen diagnóstico. Esto puede dar lugar a problemas en el habla que inciden en el tono, volumen de la voz y el acento.

A su vez, tales personas pueden llegar a tener voz entrecortada y presentar dificultad para masticar y tragar. Este problema puede afectar a adultos y también a jóvenes y niños.

¿Cómo tratamos la disartria?

Es una enfermedad compleja, y como tal, precisa de un tratamiento algo dificultoso. Por un lado, hay diversos especialistas que pueden hacerse cargo de este problema. Pero ante la mínima sospecha conviene ir al médico.

El logopeda puede ser la persona que más puede ayudar en este tema, pero es algo que se realiza trabajando paciente, médico y familia. Y cada tratamiento se adecuad a cada persona, porque hay distintos tipos de disartria y grados.

Los ejercicios que suelen realizarse son de gimnasia bucal orofacial, además de poder forma palabras, entonaciones, trabajos respiratorios para aprender a respirar bien mientras hablamos, ejercicios también de entonación y otros.

Según The American Speech-Language-Hearing Association (ASHA), las personas que tienen este problema pueden verificar que los oyentes entiendan lo que dice, hablar alto y despacio; hacer frecuentes pausas y tratar de limitar la conversación cuando se sienta cansado. En definitiva, se necesita algo de paciencia para tratar con tales pacientes y para concienciar a la población de esta enfermedad.