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Cómo reducir las legañas en bebés: recomendaciones prácticas para padres primerizos

Durante los primeros meses de vida, muchos bebés presentan legañas de forma recurrente, especialmente al despertar. Aunque común, lo cierto es que esta situación suele generar inquietud entre los padres primerizos, pero no debe ser motivo de preocupación, ya que es habitual y manejable con sencillas medidas de higiene.

Las legañas son la acumulación natural de células muertas, lágrimas y otras secreciones que el organismo expulsa de forma continua, como afirma Laura Sánchez, enfermera pediátrica del Hospital Quirónsalud San José. Durante el sueño prolongado de los bebés recién nacidos, estas secreciones no se evaporan debido a la ausencia de parpadeo, provocando así su acumulación alrededor del ojo. Además, continúa Sánchez, en los primeros meses de vida, es común que los bebés presenten obstrucción en el conducto lagrimal, lo que impide un adecuado drenaje de las lágrimas y favorece esta acumulación.

Habitualmente, este fenómeno se reduce de forma progresiva a medida que el bebé crece y sus conductos lagrimales maduran, informa Vidal Domínguez, enfermero pediátrico del mismo hospital, facilitando el drenaje y disminuyendo el tiempo en el que se producen acumulaciones significativas. Mientras tanto, continúa Vidal, es importante adoptar medidas higiénicas diarias para prevenir molestias e infecciones oculares.

Mantener una adecuada higiene ocular en los bebés es una tarea sencilla que puede integrarse fácilmente en las rutinas diarias del cuidado infantil. Laura y Vidal nos recomiendan las siguientes:

Un mito muy extendido es el uso de algodones para la limpieza ocular, está completamente contraindicado, ya que puede dejar restos o fibras. En caso de no disponer de gasas estériles, se recomienda utilizar toallitas específicas para higiene ocular infantil disponibles en farmacias.

De esta forma vuestros bebés lucirán una mirada sana y limpia.

¿Cuándo consultar al pediatra?

Aunque normalmente las legañas son inofensivas, afirma la pediatra María José Lirola del Hospital Materno-Infantil Quirónsalud Sevilla, es fundamental estar atento a ciertos signos que podrían indicar un problema más serio. Si se observan secreciones especialmente espesas, de color amarillento o verdoso, acompañadas de ojos enrojecidos e hinchados, o si el bebé muestra señales de incomodidad frecuente, como frotarse constantemente los ojos, es aconsejable acudir al pediatra para obtener un diagnóstico adecuado.

Ante estos síntomas, la valoración médica es fundamental para descartar infecciones oculares u otras complicaciones.