OkSalud

Cirugía Robótica: el mejor aliado frente al cáncer de próstata

El robot quirúrgico Da Vinci ha supuesto uno de los mayores avances de los últimos años llegando a utilizarse, sólo el año pasado, en más de cien mil cirugías

Si hay una herramienta que ha revolucionado la medicina en los últimos años, ese es el robot quirúrgico Da Vinci. Un avance en el campo de la cirugía actual, que está presente ya en más de 130 hospitales españoles y que ha protagonizado más de cien mil cirugías, solo este año, en nuestro país desde que se empezó.

Y es que la llegada de este robot ha supuesto un antes y un después en el tratamiento de enfermedades en las que un abordaje quirúrgico convencional no es una opción por sus limitaciones, o simplemente es preferible por los numerosos beneficios que conlleva: mayor precisión, mejor recuperación del paciente y menor tiempo de hospitalización.

En este artículo hablaremos de sus ventajas frente a la laparoscopia habitual, pero también de los avances que ha supuesto su uso aplicado a la cirugía de resección de próstata en los casos de cáncer.

Un avance para la cirugía de próstata

El robot da Vinci aporta muchas ventajas en el campo urológico, ya que permite realizar prácticamente cualquier tipo de cirugía abdominal, retroperitoneal o pélvica. Según explica el Dr. Darío Vázquez-Martul Pazos, especialista en urología del Hospital Quirónsalud A Coruña, Da Vinci es «especialmente útil en patologías de alta complejidad que no se podían abordar con garantías por laparoscopia convencional», como son casos avanzados de tumores localmente avanzados como cáncer renal con trombo en la vena cava o incluso el trasplante renal ( actualmente el equipo del Hospital Quirónsalud en A Coruña que dirige el doctor Vázquez-Martul, es referencia en España al realizar algunas de estas cirugías robóticas a través de una única incisión de 3 centímetros).

Da Vinci ha supuesto todo un avance también en casos de cáncer de próstata, asegura el especialista, en los que «permite conservar más estructuras anatómicas como los haces neurovasculares que se encargan de la erección, el cuello vesical, la uretra y los tejidos de sostén en el caso de la continencia urinaria». «Esta técnica facilita enormemente, además, la sutura de la uretra a la vejiga», añade, lo que «disminuye el riesgo de fugas urinarias y el tiempo necesario de sondaje vesical».

Dr. Darío Vázquez-Martul Pazos, especialista en urología del Hospital Quirónsalud A Coruña @Quirónsalud

Ventajas para el paciente…

Las ventajas de utilizar esta herramienta son numerosas. Hablamos de una cirugía mínimamente invasiva, frente a las cirugías abiertas, lo que supone menor sangrado, menor incisión (<a 1 cm), menor dolor postoperatorio y menor tiempo de ingreso. A esto hay que sumarle, recuerda el especialista, las ventajas intrínsecas que aporta el robot: una mayor precisión que asegura, en el caso de la función renal, «una recuperación funcional más completa de la continencia urinaria y las erecciones en el caso de las cirugías por cáncer de próstata o vejiga».

«La fuerza que tiene su instrumental facilita además la disección y el agarre de tejidos. Hablamos de una mejora sustancial a diferentes niveles», incide el doctor, poniendo como ejemplo la cistectomía radical (una extirpación total de la vejiga), una de las cirugías más complejas que se realizan con el robot da Vinci, y en la que el robot les facilita poder realizar una reconstrucción posterior con el propio intestino, de manera mínimamente invasiva y con grandes beneficios para el paciente.

…pero también para el cirujano

Al cirujano, por su parte, Da Vinci le ofrece una excelente imagen al disponer de una visión aumentada y tridimensional del campo quirúrgico, permitiendo una mayor precisión y maniobrabilidad y también de más autonomía, lo que se traduce en mejores resultados y permite afrontar casos más complejos con garantías.

«El robot mejora determinadas situaciones que la laparoscopia no permite», explica el Dr. Vázquez Martul posibilitando, por ejemplo, «una mayor rotación en los movimientos de la mano del cirujano, o la eliminación del temblor, lo que hace que determinados pasos como la sutura de tejidos sea mucho más sencilla».

La utilización de uno de estos robots requiere de una formación específica ya que es necesario conocer no sólo su funcionamiento, sino también el software del equipo y la seguridad en su manejo. «Como cualquier otro tipo de cirugía, sin embargo, es la pericia del cirujano y su experiencia lo que marca la diferencia», concluye.