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Sondeo del Consejo General de Enfermería

Casi la mitad de los enfermeros se ha planteado abandonar la profesión

El 67,5% de estos profesionales sufre ansiedad debido a la gran carga de trabajo que soportan

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El 46,5% de los enfermeros españoles se ha planteado abandonar la profesión, según se desprende de una encuesta presentada por el Consejo General de Enfermería, en la que se ha abordado la problemática relacionada con los profesionales del sector y en la que se ha concluido que el agotamiento mental y físico de los enfermeros del país es crítico.

Para entender la presión a la que, aseguran, están sometidos, los representantes del organismo han presentado «la mayor radiografía del estado de ánimo de los enfermeros españoles tras dos años de lucha contra la pandemia». Se trata de una macroencuesta donde han participado casi 20.000 enfermeros del sistema sanitario de España.

El vicepresidente tercero del Consejo General de Enfermería, Jose Luis Cobos, ha explicado que la mayoría de los sanitarios encuestados cuenta con más de 16 años de experiencia en el sector. Entre los temas más preocupantes sobresale la precariedad laboral a la que se enfrentan los profesionales (el 25% de ellos asegura tener contratos eventuales) y el aumento de las patologías relacionadas con la salud mental.

La problemática en datos

La pandemia ha desafiado el sistema de salud español. En la actualidad casi el 80% de los enfermeros tiene algún contacto con pacientes contagiados por Covid-19, «lo que supone una gran carga de trabajo adicional a lo que debería ser la atención sanitaria habitual», apunta Cobos.

«En cuanto al volumen de trabajo, el 91% de los enfermeros asegura que el sistema está bastante tensionado (32,8%), muy tensionado (38,4%) o totalmente desbordado (19,7%)», detalla el vicepresidente III. Si desgranamos estas cifras por áreas, según los enfermeros actualmente la mayor presión se observa en urgencias y atención primaria, aunque el área de cuidados intensivos es la que más se ha visto afectada en estos dos últimos años.

Esto, además, ha provocado que más del 85% de los encuestados se haya contagiado al menos una vez de forma fehaciente, es decir, todos ellos cuentan con una prueba sanitaria que verifica el contagio por Covid-19. Este es uno de los grandes reclamos que el sector lleva haciendo desde el inicio de la pandemia.

Una de las ventajas de esta sexta ola es la vacunación. El sondeo refleja que el 85,5% de los profesionales cuenta con las tres dosis de la vacuna contra la Covid-19, frente al 11% que señala tener dos. «La concienciación de los enfermeros españoles es este sentido es enorme, por eso nunca hemos contemplado la posibilidad de tener que obligarlos a vacunarse», asegura el vicepresidente III.

Aunque ahora en general el estado de salud de los pacientes contagiados es menos grave que en las anteriores olas y la presión de cuidados intensivos es mucho más reducida, «un 57% asegura que todavía existe un incremento de la carga de trabajo debido al aumento de contagios, sobre todo en atención primaria y urgencias», subraya el portavoz.

Impacto de la salud mental

El mayor impacto de la pandemia se está viendo reflejado en los datos relativos a los problemas de salud mental, que son sufridos tanto por los profesionales sanitarios como por la sociedad en general. Actualmente existen en España seis enfermeras por cada 1.000 habitantes, «uno de los ratios más bajos a nivel europeo, ya que habitualmente esta cifra se encuentra entre 8 y 9 por cada 1.000 habitantes», asegura Cobos.

La carencia del número de enfermeros disponibles en los hospitales combinado con el aumento del volumen de trabajo es una de las razones de que el impacto psicológico sea tan grande. Como en los casos anteriores, este problema se observa sobre todo en urgencias, atención primaria y cuidados intensivos, que es donde exigen mayor refuerzo.

En general, los enfermeros consideran que las condiciones de trabajo a las que están expuestos y el reconocimiento social y político deja mucho que desear. El secretario general de la entidad, Diego Ayuso Murillo, apunta que la encuesta refleja que existe un enorme desgaste emocional y laboral entre los sanitarios.

El 84,7% de los trabajadores asegura que la pandemia le ha afectado a su estado psicológico, «un dato muy grave que pone de manifiesto el sufrimiento que padecen los enfermeros», critica Ayuso. De nuevo, esta situación se observa mayormente en los profesionales que trabajan en el área de cuidados intensivos, «debido principalmente a la gravedad de los casos que se atienden allí, ya que el estado de los pacientes de Covid-19 es más crítico y el índice de mortalidad muy elevado, sobre todo en la primera y segunda ola», explica el secretario.

En el caso de los síntomas y patologías más frecuentes entre estos trabajadores, ordenadas de mayor a menor prevalencia, el estrés (88,5%) se posiciona a la cabeza y le siguen de cerca la ansiedad (67,5%), temor y miedo (58%), insomnio (58%) y depresión (33%). Cobos apunta que todo esto tiene una gran repercusión en las bajas laborales, ya que “el 16,5% de las enfermeras se han visto obligadas a pedir la baja por ansiedad, estrés o agotamiento mental, y además a esta cifra hay que sumarle las que ha habido por contagio”.

El secretario de la organización añade que esta situación también ha repercutido en las condiciones de trabajo porque “el hecho de que haya tantas bajas laborales provoca que otros compañeros pierdan sus días libres, vacaciones y periodos de descanso para poder cubrir esos turnos”.

Abandono de la profesión

Todas estas circunstancias han desencadenado enormes dudas laborales entre los enfermeros. La encuesta refleja que el 46,5% ha pensado en algún momento abandonar la profesión. Cobos, que ha manifestado así la indignación de estos sanitarios, calificaba este dato como «estremecedor». Los encuestados aseguran no sentirse reconocidos laboralmente, ni por los responsables políticos ni por los periodistas ni por los directivos y jefes de hospitales y centros médicos. De hecho, en el sondeo solo han calificado positivamente a los pacientes, a los que agradecen su gratitud.

Con este dato en la mano, el organismo invita a reflexionar sobre la necesidad de mejorar las condiciones laborales de los trabajadores del sector, ya que el 28,4% asegura que no volvería a estudiar la profesión y el 62,8% está valorando ya prejubilarse, sin importar que esto suponga una reducción de su pensión. Para intentar cambiar la situación, el 75,9% de los encuestados asegura que participará en las movilizaciones venideras para reivindicar sus derechos y la necesidad inmediata de mejoras que se llevan exigiendo desde el comienzo de la pandemia.

Para finalizar, el vicepresidente segundo de la entidad, José Ángel Rodríguez, ha insistido en que “la problemática es grave”. Además, ha advertido de que «antes los enfermeros se iban a otros países a trabajar y ahora se plantean dejar la profesión o prejubilarse porque la presión que sufren es insostenible, algo que tendrá consecuencias negativas para todos», concluye el responsable.