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Carl H. June: el arquitecto de las CAR-T que están transformando el tratamiento del cáncer

Carl H. June es un pionero cuyo trabajo ha cambiado la vida de miles de personas afectadas por el cáncer

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

La terapia con células CAR-T es una de las mayores innovaciones en el tratamiento del cáncer en las últimas décadas, y detrás de este avance se encuentra un hombre cuya investigación ha transformado la forma en que los médicos y científicos combaten la enfermedad: Carl H. June. Su nombre es sinónimo de esperanza en el campo de la inmunoterapia contra el cáncer, y su trabajo ha salvado la vida de miles de pacientes que previamente tenían pocas opciones.

Carl H. June, nacido en 1953 en Denver, Colorado, nunca imaginó que llegaría a cambiar la historia de la medicina moderna. Desde una edad temprana, mostró una inclinación por la ciencia, pero no fue hasta sus estudios en la Academia Naval de los Estados Unidos y la Universidad de Baylor cuando comenzó a formarse como un destacado inmunólogo. Tras recibir su título de médico en 1979, June sirvió en la Marina de los Estados Unidos, donde dirigió un laboratorio de investigación inmunológica en el Naval Medical Research Institute. Este período marcó el inicio de su interés en las capacidades del sistema inmunológico para luchar contra

La revolución de las células CAR-T

A finales de los años 90 y principios de los 2000, Carl June comenzó a experimentar con la idea de modificar genéticamente las células inmunes del paciente para que pudieran reconocer y atacar el cáncer. Su enfoque, conocido como la terapia con células T receptores de antígenos quiméricos (CAR-T), se basa en extraer células T del paciente, reprogramarlas en el laboratorio para que identifiquen células cancerosas mediante un receptor especial (CAR), y luego reintroducirlas en el cuerpo para atacar los tumores.

En 2010, June y su equipo, entonces en la Universidad de Pensilvania, trataron a un paciente llamado Bill Ludwig, quien sufría de leucemia linfoblástica aguda, una forma de cáncer de la sangre. Ludwig estaba al borde de la muerte, pero después de recibir la terapia experimental de CAR-T, experimentó una recuperación increíble. Su cáncer desapareció y, más de una década después, sigue en remisión. Este fue el primer éxito público de la terapia CAR-T, que rápidamente atrae la atención de la

Impacto en el tratamiento del cáncer

La terapia con células CAR-T ha demostrado ser especialmente eficaz en tipos de cáncer hematológico, como la leucemia y el linfoma, en pacientes que han agotado otras opciones de tratamiento. En 2017, la FDA aprobó la primera terapia CAR-T para uso clínico, basándose en la investigación de Carl June. Este tratamiento, conocido como Kymriah, está dirigido principalmente a pacientes con leucemia linfoblástica aguda en niños y adultos jóvenes.

El éxito de la terapia CAR-T ha sido revolucionario, ya que ha dado a muchos pacientes con cánceres resistentes a la quimioterapia o la radioterapia una nueva esperanza. En muchos casos, estos pacientes han experimentado remisiones duraderas, algo que antes parecía inalcanzable. No obstante, la terapia no está exenta de desafíos. Los efectos secundarios, como el síndrome de liberación de citoquinas, pueden ser graves y los costos del tratamiento son elevados. A pesar de estos obstáculos, el potencial de esta terapia ha abierto un camino sin precedentes.

Visión del futuro

El trabajo de Carl June no solo ha transformado el campo de la oncología, sino que ha sentado las bases para futuras investigaciones en inmunoterapia. Su enfoque en el uso del sistema inmunológico para atacar el cáncer ha inspirado a una nueva generación de investigadores que están explorando cómo mejorar la eficacia de la terapia CAR-T y cómo aplicarla a otros tipos de cáncer sólido, que son más difíciles de tratar.

June ha recibido numerosos reconocimientos por su trabajo pionero, incluyendo el prestigioso Premio Internacional de la Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Biomedicina en 2021 y el Premio a la Innovación de la Sociedad Americana de Hematología. A pesar de los elogios, Carl June sigue comprometido con su visión de mejorar los tratamientos actuales y encontrar nuevas formas de combatir el cáncer.

Durante una entrevista, June comentó: «Estamos en las primeras etapas de esta tecnología. Aún queda mucho por hacer, pero creo que en el futuro veremos que la inmunoterapia no sólo será el cuarto pilar del tratamiento del cáncer, sino que podría convertirse en el más importante.»

Innovaciones actuales y futuras

El equipo de Carl June continúa investigando cómo mejorar la seguridad y la accesibilidad de la terapia CAR-T. Uno de los grandes desafíos es reducir los efectos secundarios graves, como la toxicidad y el síndrome de liberación de citoquinas, que ocurre cuando las células CAR-T atacan de manera excesiva las células cancerosas y liberan una gran cantidad de citoquinas, provocando fiebre alta y complicaciones inflamatorias.

Además, otro objetivo de investigación es adaptar esta terapia para tratar cánceres sólidos, como el cáncer de pulmón o el cáncer de mama. Mientras que la terapia ha mostrado grandes avances en cánceres de la sangre, los tumores sólidos presentan obstáculos adicionales, como su microambiente tumoral, que dificulta la penetración de las células CAR-T.

Carl H. June es un pionero cuyo trabajo ha cambiado la vida de miles de personas afectadas por el cáncer. A través de su perseverancia e innovación, ha abierto un nuevo horizonte en la medicina que no sólo transforma la oncología, sino que está empujando los límites del conocimiento científico sobre el sistema inmunológico humano.

Aunque la terapia con células CAR-T aún tiene desafíos por superar, el legado de Carl H. June ya ha dejado una marca indeleble en la lucha contra el cáncer, marcando el comienzo de una nueva era en la medicina personalizada.