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Cadera en resorte: ¿Qué es y cómo tratarla sin necesidad de operar?

Crecen los problemas de cadera en toda Europa

Cuando los tratamientos conservadores fallan se puede recurrir a la cirugía guía ecoguiada

La llamada cadera en resorte es una patología que se caracteriza por la sensación de un chasquido o un resalte, en la ingle, o en la región de la cadera. 

El Dr. Manuel Villanueva, traumatólogo y director médico de Avanfi explica: «El chasquido se puede producir en posiciones forzadas o, simplemente, al levantarse de una silla, al agacharse o al caminar. El resalte puede oírse, aunque no es lo común, y puede alterar la marcha. Afortunadamente, en el 70% de los casos no molesta o molesta muy poco, pero en algunos pacientes puede llegar a ser muy doloroso».

Afecta mayoritariamente a mujeres jóvenes (15-40 años) y a deportistas. cuando un tendón o un músculo se desliza sobre una prominencia ósea. El chasquido ocurre por el rozamiento o salto de un tendón o de una estructura sobre una prominencia ósea. El paciente puede tener la sensación de que se le sale la cadera del sitio al hacer ciertos movimientos, aunque no se sale la articulación. 

Tipos de cadera en resorte

Existen, como aclara el especialista, dos tipos de cadera en resorte: 

– Externa o lateral: Está causada por el rozamiento de la banda iliotibial (por aumento de la tensión, engrosamiento) sobre el trocánter mayor, lo cual provoca un chasquido. 

Algunas de las causas que favorecen el engrosamiento del tensor de la fascia lata son: debilidad en abductores, longitud dispar de las piernas o hacer carrera de fondo.

«La cadera en resorte lateral es la forma más frecuente de cadera en resorte, aunque, afortunadamente, suele ser indolora o muy poco molesta», afirma el Dr. Villanueva.

-Interna: Este tipo se produce por el deslizamiento del tendón del psoas ilíaco sobre la eminencia iliopectínea de la pelvis o la cabeza del fémur.

-Posterior: Provocado por el resalte de los músculos isquiotibiales (cabeza larga del bíceps) sobre la tuberosidad isquiática. 

Las causas o factores predisponentes

Para el Dr. Villanueva, «entre las causas predisponentes se han postulado los factores intrínsecos: banda tibial retraída, rodilla en valgo (en X), o en varo (en arco), exceso rotación interna de la tibia o de pronación del pie, debilidad de los abductores de la cadera y diferencias de longitud de las extremidades. Mientras que los factores extrínsecos son: exceso de entrenamiento o en un terreno duro e irregular, calzado inapropiado». 

E insiste: «Una articulación rígida, por artrosis, displasia o malformación de la articulación, el choque femoroacetabular (una alteración en la forma y desarrollo de la cadera que favorece un pinzamiento entre el fémur y el acetábulo, la pelvis), una fibrosis glútea, o por el contrario, una hiperlaxitud, son alteraciones que pueden favorecer una cadera en resorte».

«Se sabe, además, que la causa de la cadera en resorte puede ser multifactorial. Se piensa que el problema empieza, con frecuencia, en los músculos abductores de la cadera, el glúteo o el propio tensor de la fascia lata, que por debilidad o fatiga no estabilizan la pelvis. O bien una deformidad del pie o de la rodilla puede originar una cadena lesional ascendente que acabe irritando la cintilla en la zona de la cadera y creando un resalte», apostilla.

Diagnóstico

Generalmente el paciente es capaz de reproducir los síntomas. La exploración con test de rotación, flexión, extensión de la pierna, etc, en combinación con la ecografía, las radiografías, la RMN o la artro-RMN (RMN con contraste) permitirán distinguir si existe alguna malformación, alguna estructura dañada en la propia articulación o, por el contrario, el problema es de fuera de la articulación. 

La cadera en resorte lateral suele poderse reproducir con maniobras de sentadilla o cuclillas o, con movimientos de flexoextensión y rotación de la cadera con el paciente acostado de lado en la camilla. También el test de Ober es significativo, un exceso de tensión que impide que el paciente, en esta posición de lado y con la rodilla flexionada, aproxime la pierna afecta sobre la otra. 

El tratamiento

El tratamiento depende del grado de molestias que produce y del tipo de cadera en resorte. Cuando la cadera en resorte es indolora, no es necesario tratarla. 

En algunas de las lesiones intraarticulares leves, se pueden realizar infiltraciones guiadas por ecógrafo, de forma selectiva, con corticoides, ácido hialurónico u otras terapias de la sangre del paciente. En pacientes más jóvenes y con roturas del labrum muy sintomáticas o choque femoroacetabular puede ser necesaria la artroscopia de cadera. 

En las lesiones extraarticulares, más frecuentes, generalmente, «el tratamiento primario de elección será conservador, incluyendo fisioterapia, modificando las actividades deportivas y realizando ejercicios de potenciación del glúteo y del tensor de la fascia lata, combinados con estiramientos. Junto a esto, se trabajarán otros grupos musculares: recto anterior y psoas, aductores de cadera, rotadores cortos y piramidal, para corregir el desbalance entre los músculos de la cadera y la rodilla», recuerda el director de Avanfi.

Cirugía ecoguiada, sin abrir

Si fracasa el tratamiento conservador, está indicado el tratamiento quirúrgico. Para la cadera en resorte externa, se puede realizar una resección parcial o total del tracto iliotibial, sobre el trocánter mayor, unido o no, en casos seleccionados, a la liberación, de la cintilla en la zona distal, sobre la rodilla, como procedimiento asociado.

El Dr Villanueva es pionero de la cirugía de liberación de la cadera en resorte y de la cintilla iliotibial con cirugía ecoguiada, ambas técnicas publicadas, indexadas en Pubmed y en la AAOS. 

«Ésta se hace con anestesia local, con incisiones de 1-2 mm, el paciente mueve la pierna de forma activa (sólo tiene anestesia local) comprobando al instante que se ha resuelto el problema. Lo mismo ocurre con la liberación distal de la cintilla iliotibial en casos de síndrome del corredor. Afortunadamente, la mayoría de los pacientes no tienen tanto dolor como para necesitar esta cirugía, por muy avanzada y mínimamente invasiva que sea, pero siempre es bueno explicarles que, si es necesario, tienen esa solución, saliendo andando al instante y sin cicatrices (recordemos que la mayoría son mujeres jóvenes) y saliendo andando inmediatamente tras la cirugía», concluye.