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El aviso del cardiólogo Aurelio Rojas por este medicamento tan famoso en España: «Te puede dañar»

Su efecto consiste en bloquear los receptores beta-adrenérgicos del corazón

Rojas Sánchez advierte que en mujeres se observó un aumento en el riesgo de muerte

Los betabloqueantes son fármacos que bloquean los receptores beta-adrenérgicos

Los medicamentos son necesarios para el cuidado del organismo siempre que el médico lo recete. Entre los más utilizados por parte de profesionales de la salud se encuentran los betabloqueantes para el tratamiento de enfermedades cardiovasculares, especialmente tras un infarto. Su efecto consiste en bloquear los receptores beta-adrenérgicos del corazón, reduciendo la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que permite proteger el músculo cardíaco del exceso de trabajo. La realidad muestra que durante más de 40 años, médicos y pacientes creyeron que tomarlo este medicamento para quien había sufrido un infarto significaba salvar vidas. Sin embargo, un ensayo clínico publicado en New England Journal of Medicine demostró que su uso no siempre es beneficioso y que, en ciertos casos, podría resultar perjudicial.

El cardiólogo Aurelio Rojas Sánchez comenta, en su cuenta de TikTok, que la clave está en comprender que no todos los corazones reaccionan de la misma manera tras un problema cardíaco. Según el profesional, el estudio revela que en pacientes que sufrieron un infarto, pero mantienen la función ventricular conservada (el corazón late con fuerza normal), los betabloqueantes como bisoprolol, nebivolol o carvedilol no disminuyen la mortalidad ni previenen reingresos hospitalarios. Además, Rojas Sánchez advierte que en mujeres se observó un aumento en el riesgo de muerte, insuficiencia cardíaca o un nuevo infarto. «Esto contrasta con lo que ocurría hace 40 años, cuando la mayoría de los pacientes quedaba con el corazón muy dañado y los betabloqueantes sí ofrecían una ventaja clara», afirma. A su vez, el especialista valida tratamientos más avanzados como la angioplastia, los stents y la mejora en la atención precoz del infarto, los cuales permiten que más del 70% de los pacientes conserve la función cardíaca normal.

El medicamento tan famoso en España que puede ser perjudicial

Según la Fundación Española del Corazón, los betabloqueantes son fármacos que bloquean los receptores beta-adrenérgicos, impidiendo que sustancias como la adrenalina o la noradrenalina se unan a ellos.

Son sustancias que elevan la frecuencia cardíaca y la presión arterial, preparando al organismo para situaciones de alerta. Los expertos indican que, al bloquearse esta acción, el corazón late más despacio, con menos fuerza y se facilita el llenado ventricular durante la diástole. El resultado es un menor consumo de oxígeno por parte del músculo cardíaco y un mejor flujo sanguíneo a las arterias coronarias.

«Estos medicamentos se emplean de forma habitual no solo tras un infarto, sino también en casos de hipertensión arterial, arritmias, insuficiencia cardíaca o incluso para prevenir migrañas y controlar ciertos trastornos de ansiedad», sostienen profesionales de la Fundación Española del Corazón.

¿Cuáles son los riesgos y efectos secundarios de este medicamento?

Los expertos advierten que, como cualquier medicamento, los betabloqueantes presentan riesgos. «Si bien generalmente presentan una buena tolerancia, algunos pacientes experimentan mareos, cansancio excesivo o sensación de debilidad, especialmente al inicio del tratamiento», comentan.

En algunas personas asmáticas pueden provocar broncoespasmo, es decir, cierre de las vías respiratorias, por lo que en estos casos requieren vigilancia estricta. A su vez, otros efectos secundarios son la disfunción eréctil, la frialdad en manos y pies y alteraciones del estado de ánimo como depresión o apatía.

Este tipo de reacciones suelen mejorar al ajustarse la dosis o cambiar de fármaco, pero conviene que el paciente las comunique siempre a su médico para recibir un asesoramiento estricto y seguro.

La ciencia y los betabloqueantes

Los últimos hallazgos son difundidos por el ensayo clínico que cita el cardiólogo Aurelio Rojas Sánchez. En dicho informe se valida el uso de betabloqueantes en pacientes con insuficiencia cardíaca o arritmias, pero se presenta un interrogante respecto a su utilidad en quienes tienen la función cardíaca preservada tras un infarto.

De hecho, Rojas Sánchez indica que suspender el tratamiento con este medicamento podría ser lo más adecuado, siempre bajo supervisión médica.

Para el especialista en cardiología, este cambio de paradigma no significa que la ciencia se haya equivocado durante cuatro décadas. Por el contrario, refleja su capacidad de evolucionar y lo que resultaba válido hace 40 años en un contexto de infartos más dañinos y menos opciones terapéuticas, hoy requiere revisarse.

«La angioplastia y los stents han cambiado radicalmente la supervivencia y la recuperación de los pacientes, y los tratamientos deben actualizarse en consecuencia», sostiene.

¿Qué deben hacer los pacientes con este medicamento?

Según Rojas Sánchez, si una persona está tomando betabloqueantes, no debe suspenderlos por su cuenta. «Es fundamental revisar los informes médicos y consultar con el cardiólogo. Si en la historia clínica aparece la frase “fracción de eyección conservada o normal”, puede ser momento de replantear el tratamiento», sugiere.

En cambio, si hay insuficiencia cardíaca, pérdida de fuerza en el corazón o presencia de arritmias, este medicamento sigue siendo una herramienta segura y eficaz. Por lo tanto, las consecuencias de tomar betabloqueantes dependen en gran medida del perfil del paciente.