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Antibióticos

Los antibióticos naturales que debes introducir en tu dieta

Si bien es cierto que, en muchas ocasiones, no queda más remedio que recurrir a los antibióticos químicos, a los que desarrolla la industria farmacéutica, no siempre deben ser la primera opción. Realmente, podemos obtener muchos beneficios si consideramos los antibióticos naturales una alternativa más en la rutina, aprovechándonos de sus propiedades para mejorar nuestra salud.

Dicho esto, un problema habitual con el que se encuentran las personas que quieren comenzar a incorporar remedios naturales en sus dietas, es que no saben a ciencia cierta cuáles se consideran dentro de este grupo, así que intentaremos describirlos y mencionar algunos de los más relevantes.

¿Qué son los antibióticos naturales?

En líneas generales, un antibiótico de origen natural es aquel que ofrece los mismos resultados que puede proveer uno de origen industrial, pero lo hace sin esos químicos adicionales de los que cada vez más personas huyen. Por tanto, hasta que sea inevitable acudir a la farmacia, bien tienes que sumar los medicamentos naturales a tus ingestas, previniendo la formación de enfermedades.

Básicamente, lo que hacen estos antibióticos naturales es ayudar a fortalecer el sistema inmunitario, dotándolo de todo lo necesario para impedir que se produzcan esos trastornos de salud concretos.

Y su otra virtud es que, dada la condición natural, producen menos efectos negativos en el cuerpo. Así, podemos proteger el organismo sin sufrir las contraindicaciones de los antibióticos industriales.

¿Cuáles son los antibióticos naturales más efectivos?

Ajo

El ajo es un antibiótico natural de los más potentes que existen, con numerosas sustancias de tipo bactericida y fungicida, por lo que su uso tópico desinfecta las heridas si se lo consume a diario.

Jengibre

Muy de moda por estos tiempos, el jengibre mejora el rendimiento de la flora intestinal, deshaciendo la formación de microorganismos que podrían provocar daños en el estómago.

Cebolla

La cebolla posee un alto contenido en azufre, que impide la propagación de bacterias, limpiando en su totalidad el sistema respiratorio, y quitando los parásitos que aparecen en el sistema digestivo.

Aloe Vera

Todo un clásico de la medicina natural, el Aloe Vera cuenta con múltiples activos, y varias acciones clave, como antiinflamatoria, antimicótica y antibacteriana, por lo que su uso tópico es habitual, sobre todo si se trata de sanar la piel ante las eventuales heridas o quemaduras superficiales.

Miel

Por último, una cucharada de miel al día consigue que el sistema inmunológico funcione a tope, equilibrándolo. Al ser fuente de vitaminas, minerales y nutrientes esenciales, es esencial en la dieta.