Aceite de parafina: ¿Es bueno o malo para la salud?

Si hay un producto que podemos describir como versátil y al mismo tiempo polémico, ese es sin duda el aceite de parafina, muy utilizado en el campo de la cosmética pero muy distinto de cualquier aceite vegetal o esencial que ya conozcas. ¿Qué beneficios y perjuicios tiene para la salud?

Para que por fin descubras todo lo que hay detrás de este producto, hoy te traemos un artículo en el que te contamos todos sus secretos y aplicaciones, de los más comunes hasta los más insólitos ¡y es que seguro que quedarás sorprendida!

Un producto demasiado multidisciplinar

Conocido también como queroseno o parafina líquida, este hidrocarburo con propiedades conservantes y acalóricas (por lo que está considerado un interesante suplemento alimenticio por muchas personas) es un derivado del petróleo que destaca por su constitución inodora, insípida y cerosa.

Es por ello que han llegado a dársele múltiples utilidades tanto relacionadas con la salud como con los procesos industriales más curiosos. Es por ello que mucha gente se pregunta cómo puede eso ser compatible ya que un producto derivado del petróleo que podría recordarnos a la gasolina, sea al mismo tiempo el protagonista de dietas como el método Dukan, que lo recomienda por sus propiedades hidratantes y laxantes muy útiles para tratar el estreñimiento, las hemorroides u otras afecciones similares.

Aun así hay muchas personas que respaldan su uso, entre otras cosas por los múltiples usos que se le pueden dar en procesos relativos a la mejora de nuestra salud o nuestro físico, como por ejemplo ayudándonos a eliminar las células muertas de la piel, a reparar  uñas dañadas, a calmar los dolores musculares o estimular la circulación sanguínea.

Pero lo cierto es que quienes conocen su origen reniegan de su uso para el cuerpo sabiendo que se trata de un producto que también se ha llegado a emplear como combustible de aviones y cohetes espaciales e incluso como componente fundamental incluido en los pesticidas propios de la agricultura.

Además se dice que el aceite de parafina también estimula la circulación. Especialmente lo que pasa es que se suelen sumergir las manos en un barreño o bañera que contenga este aceite especial y, de esta manera, los tejidos de las manos se suelen calentar. Pero pregunta a los especialistas antes de hacerlo.

En la cosmética

Hay que destacar que el aceite de parafina en la cosmética, se usa como hidratante, especialmente para manicuras y pedicuras. Así permite suavizar zonas que son más proclives a la sequedad, y de esta manera suaviza aquellas superficies más duras y rugosas de la piel.

Por otro lado, se usa para eliminar las células muertas de la piel, algo que solemos hacer en las exfoliaciones.

Úsalo con conocimiento

Lo que si es cierto es que al ingerirse en crudo, el aceite de parafina aporta un 90% menos de calorías que el resto de aceites vegetales, pero en cosmética está de lo más valorado por su potente acción hidratante, ideal para la realización de manicuras y pedicuras ya que suaviza de forma eficaz las superficies más duras de la piel (pues elimina las células muertas.

Además, cuenta con propiedades reparadoras, por lo que resulta ideal para manos muy secas y cutículas de uñas muy dañadas, y sobre todo porque alivia el dolor de las manos agrietadas causadas por temperaturas muy bajas.

Mientras que también se usa como remedio medicinal terapéutico para diferentes lesiones como dolores musculares, torceduras o contracturas por las propiedades relajantes que tiene gracias al calor que emana en su estado líquido (algo que también tiene una gran acción vasodilatadora que promueve la circulación sanguínea).

Vigila con las contraindicaciones

Eso si, es importante que antes de aplicarla para sanar algún problema médico, consultes esa decisión con un profesional pues además de ser un producto no biodegradable (algo que además de ser poco sostenible provoca el taponamiento de los poros de la piel y la acumulación de tóxicos en su superficie).

Pues, entre sus contraindicaciones encontramos efectos de inflamación, dolores e incontinencia anal, adelgazamiento moderado, e incluso náuseas y vómitos. Y quizás todo esto no te compense pues está demostrado que ciertamente el aceite de parafina no nutre la piel como sí lo hacen otros productos ya que no consigue penetrar en las capas más profundas, y es por esta razón que su efecto es solo superficial y por ello, temporal.

Además, se sabe que altera el equilibrio hidro-lípido de la piel y que en algunos casos puede desencadenar un efecto rebote de sequedad que empuja al consumidor a adquirir de nuevo el producto, en una rueda sin fin de consumo que ciertamente no beneficia o trata la piel cómo seguramente esta lo requiere.

Así que piénsalo antes de aplicarla como remedio medicinal o cosmético ¡y valora otras opciones un poco más naturales!