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24 de Mayo, Día Nacional de la Epilepsia

El 3% de la población española padecerá epilepsia en algún momento de su vida

En España, más de 400.000 personas padecen actualmente esta enfermedad y existen más de 100.000 pacientes en España que no responden correctamente a los tratamientos disponibles

El 25% de los casos de epilepsia se pueden prevenir

Epilepsia: ¿Qué es y cómo se debe actuar ante una crisis?

La epilepsia es una alteración cerebral caracterizada por la predisposición para generar -en quien la padece- crisis epilépticas, con consecuencias neurobiológicas, cognitivas, psicológicas y sociales. Es además una de las enfermedades neurológicas más prevalentes: es el trastorno neurológico más frecuente en niños y la tercera enfermedad neurológica más prevalente en personas mayores. La Sociedad Española de Neurología (SEN) estima que en España existen más de 400.000 personas con esta enfermedad, que afecta a personas de todas las edades y que puede debutar en todas las etapas de la vida, pero especialmente en la infancia y en los mayores de 65 años.

«Son muchos los estudios que apuntan a que, en los últimos años, está aumentando la prevalencia de esta enfermedad, debido al envejecimiento de la población. La edad, unida al aumento de otras enfermedades que pueden ser causa de epilepsia, como tumores, ictus o demencia, es un factor que incrementa el riesgo para desarrollar esta enfermedad y, a medida que la edad media de la población está aumentando, igual lo hace su prevalencia. Actualmente en España se diagnostican unos 20.000 nuevos casos cada año e irá en aumento, ya que según los datos demográficos a nivel nacional, se espera que el 70% de la población sea mayor de 65 años en los próximos 30 años», comenta en Dr. Juan José Poza, Coordinador del Grupo de Estudio de Epilepsia de la Sociedad Española de Neurología.

En todo caso, en el desarrollo de esta enfermedad no sólo influye la edad, ya que están implicados diversos factores genéticos y metabólicos, además de otros aún desconocidos. Los estudios poblacionales estiman que entre un 8 y un 10% de la población padecerá una crisis epiléptica a lo largo de su vida y que el 3% desarrollará la enfermedad.

Un 70% tiene la enfermedad bajo control

Aunque se trata de una enfermedad que puede remitir de forma espontánea (hasta en un 4% de los pacientes adultos al año y aún más de probabilidad en niños) y más de un 70% de los pacientes consiguen controlar su enfermedad gracias a los tratamientos farmacológicos existentes, la epilepsia refractaria al tratamiento médico afecta a entre un tercio y una cuarta parte de los pacientes con epilepsia. En España, actualmente, existen unos 100.000 pacientes con epilepsia farmacorresistente, que ven aumentado el riesgo de muerte prematura, traumatismos, alteraciones psicosociales y una mayor comorbilidad.

«En los pacientes con epilepsia refractaria, existe la posibilidad de llevar a cabo otros procedimientos terapéuticos, como cirugía, neuroestimulación, dieta cetogénica o la combinación de dichos tratamientos, con el objetivo de controlar la aparición de crisis epilépticas, y mejorar su calidad de vida y su supervivencia», señala el Dr. Juan José Poza. «Pero a pesar de estas alternativas, y de que exista un alto porcentaje de la población que puede controlar su enfermedad con los tratamientos ya existentes, aún sigue siendo necesario seguir investigando para mejorar los tratamientos y la calidad de vida de estos pacientes porque la epilepsia sigue siendo la segunda patología neurológica en años de vida potencialmente perdidos o vividos con discapacidad».

Y es que, además de que la epilepsia impacta en la expectativa de vida de los pacientes, porque su tasa de mortalidad es 2-3 veces mayor que la de la población general, en un 50% de los pacientes adultos va asociada a trastornos psiquiátricos, neurológicos y/o intelectuales y un 30-40% de los niños con epilepsia ven afectada su capacidad intelectual.

Es, por lo tanto, una enfermedad con un alto impacto social y sanitario, que se incrementa con la presencia de otras afecciones que coexisten con la epilepsia, porque aumentan las necesidades de atención sanitaria. Algo que se ha hecho aún más patente en estos dos años de pandemia porque, según se mostró en un estudio presentado en la pasada Reunión Anual de la SEN, las personas con epilepsia fueron hospitalizadas, ingresadas en UCI y fallecieron por COVID-19 casi el doble en proporción con la población general.

Más urgencias hospitalarias

En todo caso, independientemente de la pandemia, las crisis epilépticas se asocian con un uso frecuente de los servicios de urgencias hospitalarias. De acuerdo a un estudio realizado recientemente por miembros del Grupo de Estudio de Epilepsia de la SEN, representan hasta el 20% de todas las atenciones neurológicas urgentes. Según este mismo estudio, entre el 15 y el 35% de los pacientes que acuden a los servicios de urgencias hospitalarias por crisis epilépticas son pacientes con diagnóstico previo de epilepsia.

«Una mala adherencia a los tratamientos, padecer fiebre o algún tipo de infección, falta de sueño o el consumo de alcohol y tabaco, son factores que pueden precipitar crisis epilépticas en pacientes ya diagnosticados», comenta el Dr. Juan José Poza.

«Por otra parte, durante las crisis epilépticas se pueden producir complicaciones que también pueden requerir de asistencia sanitaria. En este sentido, la complicación más frecuente son los traumatismos. Por eso es relevante que en días como hoy se insista en la importancia de conocer cómo se debe actuar si se presencia una crisis epiléptica: nunca hay que sujetar a la persona para que no convulsione, ni introducirle nada en la boca. Lo más importante es retirar los objetos de alrededor con los que se pueda golpear y tratar de situar a la persona en posición lateral, sin forzar. Si es la primera crisis epiléptica que sufre el paciente, si la crisis persiste después de 5 minutos o se repite enseguida, si el paciente no recupera por completo la conciencia después de la crisis o si va acompañada de otros síntomas como fiebre, vómitos, problemas respiratorios, etc. hay que acudir a Urgencias».