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Secuelas físicas y psicológicas

El 25% de la población de entre 18 y 65 años se considera adicta al móvil

La mujeres utilizan el móvil una media de cinco horas al día, 50 minutos más que los hombres

¿Cuáles son las consecuencias físicas y mentales de la adicción al móvil?

Cómo saber si eres adicto al móvil

«El 60% de los españoles, más de 17 millones, reconoce que lo primero y lo último que hace cada día es mirar su teléfono móvil. El 44% de las personas entre 18 y 24 años hace un uso diario de más de 6 horas y media. España es el país europeo con más adicción adolescente a la Red, el 21,3% de los adolescentes la padecen, mientras que la media europea se sitúa en un 12,7%, según los datos del INE», alerta Silvia Fuentes Moreno, experta en Coaching e Inteligencia Emocional (www.silviafuentesmoreno.com) y autora del libro «A mí móvil no le huelen los pies (pero tampoco me abraza)» que trata justo de la adicción al móvil entre los más jóvenes y que ya va por su segunda edición.

Aunque la experta incide en que, no sólo es cosa de los más jóvenes, ya que cada vez más adultos padecen este problema. Cerca del 25% de la población de entre 18 y 65 años se considera adicta al móvil, siendo las mujeres las que más lo utilizan, unos 50 minutos más al día que los hombres, una media de casi 5 horas diarias. Fuentes Moreno explica que la idea de escribir el libro surgió a raíz de ver en la consulta los problemas que tenían tanto jóvenes como adultos por el excesivo uso de Internet. «Todos padecían baja autoestima, falta de habilidades psicosociales, culpa, malas relaciones familiares, ansiedad… y la mayoría explicaba que no podía estar un día a la semana sin móvil».

«Casi todas las personas son más o menos conscientes de su adicción, lo que ocurre es que no saben las consecuencias de padecerla. Creen que no pasa nada. El libro lo escribí para hacer entender que esta adicción tiene unas secuelas físicas y psicológicas, que se pueden tratar gracias a la personalización de técnicas de inteligencia emocional y mindfulness. De hecho, aporto algunos ejercicios dentro del libro para ayudarles a desconectarse», explica su autora.

El trabajo de inteligencia emocional y mindfulness es importante que sea individual porque, según explica esta experta «dependiendo de las experiencias vitales de cada persona, sus creencias, traumas, y de la forma de funcionar de cada cerebro, hay que trabajar de un modo u otro para encontrar la manera en la que esa persona aprenda a gestionarse y equilibrarse».

Desde su consulta, Silvia Fuentes Moreno trabaja para solventar este problema a diferentes niveles según las edades:

Bebés: No hay que dejar ningún dispositivo móvil ni tablets a menores de 2 años, tal y como recomienda la OMS.

Niños: A partir de los 3 años hay que poner límites de tiempo de utilización. Por otro lado, los padres deben dar ejemplo y no utilizar el móvil mientras se come o se está compartiendo tiempo en familia. Las actividades en familia (juegos de mesa, visitas a museos, excursiones…) y el deporte, «también enseñan al niño a que se puede divertir de otras formas. Y, por supuesto, se debe ayudar a desarrollar la inteligencia emocional del niño para que crezca con sus emociones en equilibrio».

Adolescentes y adultos: Aquí hay que trabajar la inteligencia emocional y la relajación. El cerebro tiene neuroplasticidad de modo que nunca es tarde. De esta forma la persona aprende a conocerse de verdad, a saber cómo reacciona su cerebro, trabajar la autoestima, la culpa y otras emociones… En definitiva, aprende a ponerse límites para su propia salud, no como castigo.

Técnicas como el Mindfulness pueden ayudar mucho, tanto a niños como adultos, ya que ayudan a vivir sin pensamientos recurrentes centrándose en el momento. «En mi consulta, trabajo de forma personalizada. Utilizo técnicas de relajación, mindfulness, coaching e inteligencia emocional. Se trata de que la persona que viene adquiera las herramientas necesarias para poder vivir con menos estrés y sea capaz de manejar su ansiedad o cualquier tipo de problema emocional. Y si es necesario utilizo la Kinesiología psiconeuro integrativa para llegar más a fondo», explica la experta.