Receta de anguriñas al ajillo

Hacer una receta de anguriñas al ajillo permite tener una elaboración gourmet para una buena celebración en casa. También llamadas “gulas”, son un alimento relativamente nuevo debido a que hasta los noventas no se sabía de su existencia. Este producto está muy enraizado con España, pues su descubridor es un español cuyo nombre es Álvaro Azpeitia. Él fue el que creó una especie de angula de surimi a partir de desechos aprovechables de pescado. Su invento fue fundamental, debido a que esta especie estaba en amenaza de extinción, por lo cual se debía dar un vuelco al negocio. La actual anguriña tiene un aspecto similar a la pasta, pero se trata de un alimento que integra muchos ingredientes. En la práctica, la lista de componentes supera los 20 y entre ellos destacan harinas, proteínas marinas y aceites vegetales. Precisamente de allí radica su potencial alimenticio y popularidad en España y Europa.

Las anguriñas tienen un sabor similar al de las gulas, solo que no son de origen 100% natural. Para su elaboración se utilizan tejidos de pescado procesado y para llegar a este producto final se hicieron muchas investigaciones. La técnica detrás de su elaboración está relacionada con productos similares provenientes de Japón. Estas suelen ser preparadas fritas y constituyen un excelente alimento de base que se puede combinar con guisos y sofritos. Su atractivo se debe a que proporciona una textura realmente apetecible, siendo resbalosas pero crujientes al ser cocinadas. Su riqueza es bien conocida por los españoles, destacando las tradicionales angulas “a la bilbaína”. Estas pueden prepararse bien sea con la gula natural como con el derivado de surimi. Existen procedimientos tradicionales para el manejo de la angula natural, cruda y viva. Para ello, se hace un preparado de tabaco con agua, en el cual se sumerge esta carne marina para posteriormente ser cocida y salada.

Las propiedades biológicas de este alimento son muy positivas para el organismo. A pesar de incluir muchos ingredientes, el elemento clave de las gulas es carne de pescado, que tiene una carne magra, de poca grasa y rica en ácidos grasos saludables. El OMEGA 3 y 6 se mantienen en el producto final más allá de su procesamiento. Las gulas son ricas en aminoácidos, vitaminas y minerales además de ser extremadamente digeribles. Incluso siendo un producto procesado, tiene una mejor prestancia que otras carnes y comestibles. De hecho, se le puede comparar a las características del surimi, siendo hecho a partir de este. Su sabor y nutrientes le han ganado un espacio en la cocina europea, registrando cada año un aumento en la demanda de los consumidores. Cabe destacar que la receta de anguriñas al ajillo puede prepararse en cualquier momento, como es el caso de las celebraciones navideñas. A continuación, te explicaremos paso a paso cómo realizar esta preparación para que la puedas disfrutar en tu mesa… ¡Presta mucha atención!

Ingredientes:

Gulas (sucedáneo de angulas)

• 400 gramos de gula
• 2 dientes de ajo
• 1 Guindilla
• Aceite de oliva virgen extra
• Sal

Cómo preparar una receta de anguriñas al ajillo:

1. Descongelar las anguriñas dentro de la nevera y sacarlas para cocinar justo cuando se encuentren en su punto más fresco.
2. Picar los dientes de ajo en láminas o tiras delgadas para repartir en toda la sartén.
3. Lavar y cortar las guindillas.
4. Calentar una sartén espaciosa con un chorro de aceite de oliva.
5. Rehogar en la sartén con el aceite los ajos picados en láminas durante dos minutos. Remover bien.
6. Añadir las guindillas picadas y mezclar con los ajos y el aceite. 
7. El momento de añadir las anguriñas es cuando el ajo comienza un poco a tomar color, pero sin que esté dorado del todo. Pues seguirá cocinándose y hay que evitar que se queme.
8. Incorporar las anguriñas y remover continuamente con una cuchara para evitar que se adhieran a la sartén. Cocinar durante no más de tres minutos.
9. Rectificar la sal y sacar las anguriñas al ajillo del fuego.

Preparar una receta de anguriñas al ajillo no tiene mayor dificultad. En todo caso, hay que prestar atención a algunos detalles. Por ejemplo, el tratamiento de las gulas será distinto si son naturales o congeladas. Es importante iniciar la cocción cuando este alimento tenga mayor frescura para asegurar un plato hidratado. También se debe saber que la guindilla al ser cortada suele ofrecer un mayor picor en la receta. Así que aquellos que no gustan de alimentos picantes podrían optar por cocinarlas totalmente íntegras sin picarlas. El resto de la receta consistirá en freír, remover y evitar extender la cocción por demasiado tiempo… ¡Ponte manos a la obra!

¿Te animas a cocinar? Lo mejor es que emprender en este tipo de recetas es económico y se requiere de muy pocos ingredientes. Solo necesitas unas guindillas, ajos, aceite y obtendrás un sabor bastante llamativo. Prepáralo en nochevieja y verás que con este plato solo hay disfrute sin mucho esfuerzo… ¡Es hora de cocinar!