Recetas de cocina

Lasaña fría de verano

La lasaña fría de verano se convertirá en una receta imprescindible cuando los días de calor nos inviten a comer algo fresco y natural. Normalmente solemos preparar los clásicos canelones o unas ensaladas con tomate. Gracias a esta lasaña tendremos un plato más para los días en la playa o las noches en la terraza. Además de estar deliciosa, se prepara en un tiempo récord. Recurriremos a las latas y algún que otro preparado, pero en esencia el objetivo será, llevar a la mesa un plato que desaparece en unos segundos. Nadie puede resistirse a esta lasaña fría, es una auténtica maravilla.

Receta de lasaña fría de verano

Ingredientes:

Cómo preparar una lasaña fría de verano

  1. Esta lasaña fría de verano puede prepararse de forma tradicional o un poco más rápida, dependerá del tiempo que tengamos. Preparar un pisto natural, es una gran opción para estos días en que la cosecha nos permite disfrutar de unos ingredientes de lo más frescos. Si no tenemos huerto, verduras o tiempo de hacerlas, las podemos comprar ya preparadas, estarán deliciosos igualmente.
  2. Empezamos preparando las placas de lasaña, las hervimos con un poco de sal. Este tipo de placas nos permiten prepararlas con antelación, sin necesidad de servirnos del horno. Para este plato es imprescindible. Una vez estén listas en unos minutos, dependiendo del fabricante, las sacamos del fuego y las colocamos sobre un paño de cocina para que queden bien secas.
  3. En un bol mezclaremos el pisto, el atún que en este caso queda mejor si es con aceite, lo escurrimos, pero dejamos un poco para darle más sabor a nuestra lasaña. Le ponemos los huevos duros picados a esta mezcla. rectificaremos con la sal, para que esté realmente perfecto este relleno de lasaña.
  4. Preparamos la fuente. En la base empezamos poniendo un poco de mayonesa. Encima vamos colocando las placas de lasaña. Dependiendo del tamaño vamos a necesitar más o menos, es mejor que quede bien cubierta.
  5. Seguidamente le ponemos el relleno a la lasaña, lo extendemos con cuidado. Para darle un poquito de sabor le añadimos unas cucharadas de tomate. Hacemos otra capa de la misma manera, con las placas de lasaña y el relleno. Finalmente terminamos con una placa de lasaña, encima colocamos un poco de mayonesa y finalmente el tomate.
  6. Tendremos lista la lasaña fría que podemos poner en el frigorífico para servirla bien fresquita. Estará exquisita con unas horas de reposo, perfecta para no parar de comerla.