Recetas de cocina

Helados caseros

Los helados caseros suelen ser uno de los postres favoritos de la mayoría de personas alrededor del mundo. Esto no solo se debe a la enorme variedad de sabores con las que se pueden trabajar, sino además a lo sencillo de su preparación. Considerando al helado como un postre hecho exclusivamente con ingredientes naturales, por ello genera un excelente aporte de proteínas, minerales, vitaminas, azúcares y grasas lácteas o vegetales, sustancias beneficiosas para el cuerpo humano.

Además, también provee exorfinas, produciendo una considerable reducción en el estrés de las personas, causando así efectos positivos en el sistema nervioso de las mismas.

Helado casero de chocolate

Ingredientes:

Cómo preparar un helado casero de chocolate:

  1. Reservar un cuarto del chocolate negro y trocearlo en cubos pequeños.
  2. Rallar el resto de chocolate y agregarlo a un bol mediano.
  3. Añadir la leche y colocar a baño maría hasta que se funda y mezclen perfectamente.
  4. Dejar enfriar durante 10 minutos.
  5. Agregar la nata y mezclar con el chocolate fundido y el azúcar hasta conseguir una mezcla homogénea.
  6. Agregar los trozos de chocolate.
  7. Tapar y congelar durante ocho horas.
  8. Sacar del congelador de vez en cuando y machacar un poco, para que no alcance demasiado grado de congelación.
  9. Servir al gusto.

Helado casero de oreo

Ingredientes:

Cómo preparar un helado casero de oreo:

  1. En una batidora eléctrica con varillas, montar la nata a baja velocidad. Un buen truco para que la nata se monte bien es agregar una pizca de sal.
  2. Integrar la miel lentamente, dejando que esta se vaya mezclando a la perfección.
  3. Trocear las galletas oreo y agregarlas a la mezcla. El grado de troceado dependerá del gusto de los comensales.
  4. Tapar y congelar durante siete horas.
  5. Servir al gusto.

Helado casero de vainilla

Ingredientes:

Cómo preparar helados caseros de vainilla:

  1. En un bol mediano, agregar la leche condensada y la esencia de vainilla.
  2. Agregar la nata y batir hasta montarla.
  3. Mezclar de manera lenta y continua, con la intención de conseguir una consistencia homogénea y sin grumos.
  4. Verter la mezcla en un recipiente, tapándola con un film transparente.
  5. Congelar durante al menos cinco horas.
  6. De vez en cuando, sacar del congelador y machacar un poco, para que no alcance un grado de congelación, diferente al del helado.
  7. Servir al gusto.