Bechamel de calabacín

Tanto para personas que desean incorporar más verduras a la dieta o quienes buscan bajar de peso, esta receta es ideal. La bechamel de calabacín es una opción sana y ligera que reemplaza muy bien a la salsa tradicional. Hay varias razones para cambiar la alimentación por platos más sanos. Para fortalecer y mejorar la salud, para incorporar nutrientes, para mantener el peso saludable. La salud siempre debe estar en primer lugar.

A continuación, veremos la receta de una bechamel de calabacín. Una opción que reemplaza la harina de trigo por un alimento natural y más saludable: los calabacines. El resultado es similar a la tradicional y es una manera creativa de incorporar verduras a la dieta cotidiana.

La textura resulta parecida a la bechamel clásica y el sabor es verdaderamente delicioso. Además, es muy fácil de preparar, rápida y sana.

Con ella se pueden acompañar todo tipo de pastas, lasañas, canelones, espaguetis. También es ideal para presentar con verduras como el brócoli, coliflor, etc.

Ingredientes:

• 2 calabacines grandes
• 1/2 cebolla
• 30 ml. de aceite
• 200 ml de leche de avena
• 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
• Sal
• Pimienta al gusto
• 1 cucharadita de nuez moscada

Cómo preparar bechamel de calabacín:

1. Pelar, lavar y cortar la cebolla en trozos pequeños.
2. Pelar y cortar finamente el diente de ajo.
3. En una sartén con unas gotas de aceite de oliva, echar el ajo cortado y sofreír ligeramente. Añadir la cebolla cortada pequeña y remover para que no se quemen. Cuando comiencen a dorarse, retirar del fuego y reservar.
4. Lavar los calabacines y quitarles la piel. Cortar en trocitos pequeños para facilitar la preparación.
5. Añadir los calabacines al sofrito, mezclar y dejar cocer todo junto durante diez minutos a fuego bajo.
6. Agregar poco a poco el resto de ingredientes: primero verter la leche, una pizca de sal, pimienta y nuez moscada. Dejar que se cueza todo durante diez minutos más y retirar del fuego.
7. Verter en un vaso de batidora y triturar los ingredientes hasta lograr una salsa suave y uniforme. La textura debe quedar similar a la bechamel tradicional, suave y cremosa.
8. Probar y rectificar los condimentos si fuera necesario. Servir y disfrutarla como acompañamiento de lo que se desee.

¿Te apetece probar esta bechamel de calabacín? Es una opción nutritiva y sumamente original. Con ella conseguirás una textura similar a la salsa clásica y es más sana y ligera. No dejes de prepararla, es muy fácil, rápida y el resultado, delicioso.