Opinión

Urdaci vuelve a TVE 19 años después

  • Graciano Palomo
  • Periodista y escritor con más de 40 años de experiencia. Especializado en la Transición y el centro derecha español. Fui jefe de Información Política en la agencia EFE. Escribo sobre política nacional

La Justicia ha devuelto a Alfredo Urdaci al lugar de donde nunca debió haber salido. Se han necesitado 19 años, toda una vida profesional, para que la norma legal se convierta en verdad.

El antiguo compañero y cooptador de la periodista Letizia Ortiz como estrella de la otrora pública estatal Televisión Española (TVE) sabe que con la actual dirección, es decir, la que se ejerce desde la Moncloa y Ferraz, tiene muy difícil poder ejercer con dignidad y profesionalidad su oficio. Durante estos casi veinte años (que son una eternidad) ha sufrido, como tantos otros con menos relevancia pública, lo que es una persecución política que la Constitución prohíbe. Sin embargo, es lo que hay, señores.

El caso de la RTVE, la antigua y prestigiosa Radio Nacional, hoy en la marginalidad total, es uno de los asuntos más obscenos que puedan considerarse. Cuando Sánchez dijo aquello de que la Fiscalía estaba en sus manos, imaginénse lo que estima acerca de RTVE que, incluso, no tuvo reparo en nombrar como administradora única a una tal Rosa María Mateo, cayendo, incluso, en un fraude como así lo acreditó en su día el Tribunal Constitucional.

Desde el minuto uno, tras el regreso al poder del socialismo (en apaños con los neocomunistas e independentistas) RTVE se convirtió en un predio exclusivo del poder gubernamental. Al menos, esto hay que reconocerlo, durante la etapa Zapatero, el ente mantuvo alguna ascética de objetividad. El sanchismo lo ha pulido todo. En esa casa manda Fortes, según fuentes diversas del Pirulí, y es él gallego el que marca la pauta. Tampoco me las voy a dar de enterado respecto a sus pautas, porque las conoce todo el mundo. Cómo será la cosa que hasta Carlos Franganillo, nada sospechoso por lo demás, ha decidido poner pies en polvorosa hasta desembarcar en la tele que Silvio Berlusconi montó en España.

La calidad democrática en España, eso que tanto le preocupa a Pedro Sánchez que se cuestione en Europa, se mide entre otras cosas por el comportamiento del poder gubernamental a propósito de los medios públicos de información. En RTVE no necesita que el columnista profundice demasiado. Los españoles, que lo sufragan con sus impuestos, pueden ver y decidir a diario. De hecho, deciden. Vicente Vallés y Sandro Golpe, entre otros, les mojan la oreja un día si y otro también.

En la agencia EFE los últimos acontecimientos en relación con la cooptación como presidente del comisario sanchista Miguel Ángel Oliver lo dice todo. Definitivamente, la izquierdona española parece tener un muy serio problema con la libertad y las libertades.