¿Y tú me lo preguntas?… Eres tú
«Deje de trivializar con lo que es terrorismo… Usted es una víctima del terrorismo. ¿Es que ustedes les van a decir a las víctimas del terrorismo que todo es terrorismo? Yo no voy a ser esa persona porque sé perfectamente, como lo sabemos todos, lo que es y lo que no es terrorismo». Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior, dirigiéndose a Mari Mar Blanco, senadora.
Falta poco para que ese indigno ministro del Interior (o quizá Sánchez, vaya usted a saber) rompan la imperceptible línea argumental que aún les separa de la más nauseabunda de las cloacas y, para que se note quién manda, le espeten a una víctima de ETA: «Yo sé más que usted lo que es terrorismo…».
Alicia a través del espejo de Lewis Carroll:
«Cuando yo digo una palabra -afirma Humpty Dumpty- significa aquello que yo quiero que signifique; ni más ni menos».
«La cuestión es -contesta Alicia- si uno puede hacer que las palabras signifiquen cosas distintas».
«La cuestión es -replica Humpty Dumpty- quién es el que manda, y se acabó».
Si les parece imposible que la banda del PSOE pueda caer más bajo, hagan memoria. ¿Acaso no recuerdan que en 2006 cuando María Jesús González, la madre de Irene Villa, explicaba en Moncloa el dolor de ver a su hija en silla de ruedas tras un atentado de ETA, Zapatero le espetó: «Te comprendo muy bien, porque a mí también me fusilaron al abuelo». La guerra civil y sus víctimas homologadas con las víctimas de ETA, asesinadas en democracia y para tratar de impedir que el sistema del 78 se consolidara y la Constitución tuviera una oportunidad en toda España, incluso en el País Vasco.
El objetivo de pervertir el lenguaje para pervertir las instituciones y, a partir de ahí, la propia democracia, es una aspiración común de todo gobernante totalitario. Se empieza por llamar a las cosas por los nombres que no son para cambiar el significado de las palabras: ETA no tiene razón, pero tiene sus razones… (Eguiguren, presidente entonces del PSE y miembro del Comité Federal del PSOE); los vascos quieren «la paz», como si estuviéramos en guerra… y se termina donde estamos, aunque aún no hayamos llegado a la etapa final de la degradación. Si lo piensan bien, a partir de que todo un presidente del Gobierno se permita comparar al abuelo fusilado con la niña mutilada por una bomba de ETA y haya millones de españoles que sigan votando PSOE, es lógico todo lo que ha venido después.
Es todo tan pavoroso que no es de extrañar que haya millones de españoles que prefieran ignorar la calaña moral de quienes nos gobiernan para poder pedir otra caña… y volver a votarlos. O no votar a la víctima, no vaya a ser que el que manda me convierta en una de ellas… Porque lo que nadie ignora es quién manda aquí.
Aunque les hubiera parecido imposible, tal y como acreditan las actas del Senado, Marlaska sabe mejor que Mari Mar Blanco (y que las familias del resto de víctimas de ETA) lo que es terrorismo. Y eso que el ministro ha escupido en sesión plenaria, ha sido aplaudido y vitoreado por los senadores del PSOE.
Aunque les hubiera parecido imposible, el ministro plenipotenciario (Justicia, Relaciones con las Cortes, Presidencia, tres en uno, como los engrasadores que se utilizan para silenciar los chirridos de los mecanismos averiados) ha sentenciado que hay un terrorismo que no atenta contra los derechos humanos. De ahí a llamar héroes de la resistencia, a los de la banda de Otegi, queda un paso que darán si tienen tiempo.
¿No les parecía también imposible que los dirigentes y ministros del PSOE que el 21 de julio juraron y perjuraron que la amnistía y el referéndum de independencia/autodeterminación eran inconstitucionales el día 24 del mismo mes abrazaran alborozados esa iniciativa para borrar los delitos de sus socios (y de paso, por si acaso, los suyos)?
¿No les hubiera parecido imposible que el presidente del Gobierno de España hubiera prometido en sesión solemne de investidura que dedicaría la legislatura a levantar un muro entre españoles?
¿No les hubiera parecido imposible que miembros del gobierno, -en sesión parlamentaria y en rueda de prensa tras la reunión del Ejecutivo – acusaran a los jueces de prevaricar por dictar sentencias aplicando las leyes en vigor?
¿No les hubiera parecido imposible que el presidente del Gobierno de España hubiera recibido alborozado la felicitación de una organización terrorista como Hamás? ¿Y que, a pesar de eso, hubiera aún millones de españoles que parecen dispuestos a votar PSOE otra vez?
Y aunque hace nada les hubiera parecido imposible que Sánchez llegara a pervertir el debate afirmando que el independentismo «como todo el mundo sabe, no es terrorismo», pues lo ha hecho; y todas sus terminales mediáticas y políticas han celebrado su chulería con jolgorio y sin vergüenza.
¿No les hubiera parecido imposible que el día que se celebran los funerales por el asesinato de dos guardias civiles en Barbate -cuya lancha de juguete fue arrollada por una potente fuera borda de los narcos que inundan nuestras costas- el presidente del Gobierno, la vicepresidenta comunista y otros dos ministros (Cultura y Transportes) se fueran a la gala de los Goya a lucir palmito y repartir abrazos y sonrisas con los faranduleros?
Llegará un día en que «mentira» sea sinónimo coloquial de «Pedro Sánchez». Mientras tanto, pónganse en lo peor y reaccionen ante las perversiones – no sólo del lenguaje- y las mentiras de Pedro Sánchez y toda su banda. Y si uno de ellos les quiere dar lecciones, mírenle a los ojos y díganselo con claridad… «¿Y tú me lo preguntas? Eres tú; tú eres el traidor; tú eres el mentiroso; tú eres el ultra; tú eres el que quiere instalar el odio entre españoles; tú eres el que quiere liquidar la separación de poderes para mandar como un autócrata; tú eres un peligro para la seguridad nacional; tú eres el enemigo de los españoles que hicieron la Transición y sacrificaron su vida para defender las libertades y la democracia; tú eres quien ha traicionado a las víctimas; tú eres quien nos ha mentido; tú eres quien humilla la memoria de los españoles de bien; tú eres quien ha traicionado lo mejor de la historia del PSOE…».
Habrá que volver a salir a la calle para decírselo alto y claro. Porque la única limitación que tienen Sánchez y su banda para perpetrar todo tipo de infamias e indignidades es el tiempo. Y el silencio o el desistimiento son sus aliados. Por eso no hemos de parar ni debemos callar. Y, como decía Savater en el último Cibeles, lo mismo hay que poner en práctica la desobediencia debida… Porque España es mucho más y mucho mejor que la gentuza que utiliza el poder obtenido a través de un procedimiento democrático para deslegitimar las instituciones y convertir en siervos a los ciudadanos. Pues no: borrego serás tú.
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