Opinión
Plan gastronómico

La Toscana española: Torre del Visco en plena comarca de Matarraña

La Toscana española está en Teruel, es una de las zonas más tranquilas y despobladas de España

En sus bucólicos paisajes, dibujados por cipreses y aldeas medievales, se esconde La Torre del Visco

Siempre tendemos a pensar que el verano es sinónimo de salir al extranjero a descubrir las maravillas del mundo, calles abarrotadas de turistas que cuasi zombis vamos buscando un sitio donde sentarnos para recobrar las fuerzas, bullicio, fiesta y ya si sobra tiempo, un ratito en silencio para nosotros mismos —pero no mucho, que si no resulta que nos aburrimos—. Echar el freno y ver las vacaciones como un momento perfecto para el autocuidado, para reconectar con nuestro ser más profundo y, por qué no, con el silencio como mecanismo de disfrute, sencillamente es que no cabe en nuestra cabeza. Pero conforme pasan los años hay que ser más consciente de que descansar y vacaciones de verano se debe asemejar a esto último. Así como tip, aunque esté muy manido, vamos a vacilar un poco del rico territorio que tenemos bajo nuestros pies. Hay que conocer cada rincón de nuestro territorio primero y luego ya salir a conocer el resto. Porque España es mucha tela y más si nos referimos a sitios idílicos. Hay vida más allá de la playa y hoy nos vamos a dirigir a Teruel, que siempre ha existido, no nos vayamos a confundir. Les voy a hablar de la Toscana española. ¿Que no saben dónde es? Pues vamos a descubrirla.

La comarca del Matarraña, en Teruel, es una de las zonas más tranquilas y despobladas de España, con menos de 10 habitantes por kilómetro cuadrado. En sus bucólicos paisajes, dibujados por cipreses, campos de almendros, viñedos, olivares y aldeas medievales, se esconde La Torre del Visco, un destino único y remoto donde celebrar el arte de vivir, desconectar y abandonarse al lujo sencillo y al placer gastronómico. Este espacio en auténtico pionero del lujo rural. Ubicado en el corazón de la comarca del Matarraña, en Fuentespalda (Teruel), La Torre del Visco está reconocido como uno de los hoteles más remotos y tranquilos de España. Pertenece a la selecta familia Relais & Châteaux, que engloba las propiedades más singulares del planeta, y es un ejemplo de sostenibilidad. Relais & Châteaux La Torre del Visco se erige como un proyecto integral para los amantes del lujo sencillo y el placer gastronómico que buscan disfrutar de la vida sin prisas y en absoluto relax. O sea, es nuestro sitio en la tierra.

Está situada a 12 km del pueblo más cercano y los últimos cinco transcurren por una pista privada sin asfaltar, aunque accesible a cualquier turismo. Cuando ya pensamos que una vez más el navegador nos la ha jugado, se divisan las almenas puntiagudas de la torre que da nombre al establecimiento, perteneciente a una masía fortificada del siglo XV que fue restaurada hace más de 30 años por una de las pioneras de los hoteles con encanto en el mundo rural en España. Jemma Markham y su marido Piers, de origen británico y hasta entonces dedicados al sector editorial en Madrid, llegaron a Matarraña en 1993, antes incluso de que existiera esa denominación, cuando la alta gastronomía no estaba ligada como ahora a la oferta hotelera y conceptos como sostenibilidad, kilómetro cero o economía circular aún no se encontraban en nuestro vocabulario. Su proyecto fue entonces y sigue siendo hoy una innovación. Este Relais & Châteaux no es tan solo un hotel ni un hotel con restaurante. Con 100 hectáreas de terreno, es un proyecto único y pionero en España que alberga un restaurante galardonado con la estrella Verde Michelin y un Sol Repsol; un huerto propio, árboles frutales y 2.000 olivos que autoabastecen a su cocina de frutas, verduras, hierbas aromáticas y AOVE ecológicos; y 16 habitaciones diseñadas para desconectar. El propósito de Jemma es el de hacer que el huésped se sienta como en su propio hogar.

Vamos a lo gastronómico, que no sé por qué es lo que a mí me llama. Y es que el restaurante El Visco ofrece una cocina de ‘metro cero’; sí, sí, como lo leen, ya que el 60 % de los ingredientes que conforman la carta procede de la propia finca y el resto se busca en un radio lo más limitado posible, incluyendo el pescado, que se trae cada semana de la localidad costera de l’Ampolla (Tarragona), a 60 kilómetros. Al frente de sus fogones se encuentran Michael Torres y Andrea Mesa, pareja en lo personal y en lo profesional, muy involucrados en la defensa del territorio y en el aprovechamiento de los recursos. En El Visco la carta cambia cada día porque está sujeta al capricho de la naturaleza. Eso, y la sobreproducción que a veces se da en el huerto, obligan a Michael y Andrea a ser imaginativos hasta el extremo —por ejemplo, utilizan potenciadores de sabor 100 % naturales y de producción propia, como la semilla de la capuchina en lugar de pimientas—. El resultado son platos como los guisantes lágrima en diferentes texturas –con un fondo de yogur de oveja–; la presa de cerdo Duroc de Teruel, ligeramente ahumada en casa, con raíz de apio en texturas; el salmonete, que elaboran con una emulsión de gambas en la que utilizan hasta la cabeza–, y la llisa, de intenso sabor, que preparan con su piel y limón. Todo ello viene arropado por un servicio de sala de máximo nivel a cargo de Marina Pedrós y su equipo.

Para que lo sepan no hay televisión para que la desconexión y el descanso sean totales. Tampoco hay despertador ni restricción de horario para disfrutar de sus desayunos que, como en las casas, se sirven en una gran mesa corrida o en la terraza. Eso sí, a quien madruga le espera una tarta recién horneada, además de un generoso surtido de embutidos, quesos y panes de productores cercanos, huevos recién hechos, jamón ibérico cortado al momento, mermeladas caseras o frutas recolectadas en la propia finca.

Si ya salimos al exterior son de diez sus extensos jardines, a ello se suma su piscina con vistas y una terraza privilegiada desde la que observar las estrellas como en ningún otro sitio. Para aquellos que le gusta la inmersión a tope en cada viaje, esta temporada Relais & Châteaux La Torre del Visco ofrece nuevas experiencias para sumergirse en su esencia como La Despensa de Esteve, para conocer los secretos de su huerto y profundizar en la cocina vegetal, y Pastoreo, en torno a la trashumancia. En línea con su compromiso con la sostenibilidad, además de fomentar la economía circular y de trabajar el campo en ecológico, todos los desechos del restaurante y el hotel se minimizan y se recicla todo lo posible.

Relais & Châteaux La Torre del Visco deja la mínima huella en la tierra y la más profunda en el corazón de sus huéspedes.