Opinión

La spécialité del chef Tezanos

  • Carla de la Lá
  • Escritora, periodista y profesora de la Universidad San Pablo CEU. Directora de la agencia Globe Comunicación en Madrid. Escribo sobre política y estilo de vida.

La especialidad de un chef se refiere al enfoque culinario en el que ha adquirido un nivel avanzado de habilidad y conocimiento, y en la cocina de nuestro orondo Tezanos, hay numerosas especialidades que ya hemos tenido ocasión de degustar, algunas dulces, como su lealtad hacia el propietario Sánchez o su adhesión macerada a baja temperatura durante años a un partido a través del que no puede ver; pero los platos típicos de Chez Tezanos son la parcialidad caramelizada, la manipulación con jeta, el fanatismo sous vide y el descaro emplatado.

Pero la creatividad de Tezanos no se limita a la cocina, ya que también se aventuró en la escritura de una novela llamada La rama quebrada. En esta obra, el protagonista, Adam, un ser procedente de una lejana y exótica civilización, refleja las injusticias y desigualdades que observa en nuestro mundo, compartiendo una perspectiva similar a la de su creador, irreductiblemente socialista.

Lo simpático es que esta obra tan poética, presentada en su momento por Alfonso Guerra, sabe igual que los platillos más polémicos que se sirven sin rubor en la cocina de Chez Tezanos (aka el Barómetro del CIS).

Yo misma, bicheando por el libro, me identifico con su protagonista, con Adam, que ingenuo y bienintencionado, se hace preguntas en medio de un gran desconcierto ante la actitud que desplegamos las personas. Entonces, reflexiono, y en un sencillo paralelismo, me pregunto cómo es que un catedrático, un estudioso de su intachable y extensa trayectoria intelectual y académica puede prestarse a semejante bochorno, como un pelo en la sopa. ¡Qué digo prestarse! Protagonizarlo, y propinarse a sí mismo, sin necesidad, en el ocaso de una gran trayectoria a los fogones, semejante sartenazo en la mollera. Dicen que al que cocina y amasa, todo le pasa.

Pero repasemos. Sabrán que en el increíble currículum del chef Tezanos hay un legado con más de 60 suculentos tomos sobre sociología y política. Entre ellos se encuentran delicias como La Sociedad Dividida: Estructuras de Clase, Desigualdades y Conflictos en las Sociedades Modernas y El Sujeto Incompleto: La Modernidad y sus Paradojas, más otras apetitosas cuestiones respecto de las tendencias del hombre en comunidad.

Por si hubiera poca chicha en su plato, Tezanos ha incursionado en el periodismo y análisis político, compartiendo su visión y análisis sobre la situación de España en diversos medios de comunicación.

En el ámbito académico, nuestro maestro flambeado se ha lucido como profesor universitario de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), ostentando el título de catedrático en la Universidad de Santiago de Compostela (USC) y el cargo de decano de la facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), donde es reconocido como catedrático emérito. Pero… Ya saben, su dedicación a la enseñanza y su vasto conocimiento de la sociología (¿qué hay de la moral?), no ha sido obstáculo para que desde 2018 se amarre un delantal sanchista al cuello y despliegue sus secretos culinarios realizando encuestas y estudios torticeros en el CIS.

Es sabido que un buen cocinero no revela todos sus arcanos. Pero entonces es donde me identifico con el bueno de Adam, el de su novela, porque la lógica (soy Adam) me impide tragar la destrucción de una carrera tan brillante e intachable. Y me pregunto por qué.

La imparcialidad de este singular gastrónomo ha sido objeto de críticas por parte de todos los comensales. Digamos que los que hemos metido la cucharilla en sus salsas hemos puesto de mala cara, a cara de incredulidad, como cuando un bocado está pasado o cuando chupas un pedazo de jengibre o muerdes un ajo.<

No hay duda de que Tezanos ha dejado una huella significativa en el proyecto político de Pedro Sánchez (a olla grande, amigos muchos) que ha demostrado su confianza en las habilidades y capacidades de su primer chef, donde nuestro presidente papea à la carte.

En cuanto a su remuneración, como chef ejecutivo del CIS, Tezanos recibe un sueldo aproximado de 100.000 euros al año brutos. Una cifra que refleja el reconocimiento a su labor y experiencia en el campo de la sociología y la política, pero sobre todo del «a falta de pan, buenas son unas tortas».