Opinión

Con Sánchez y Podemos la luz sube porque… Franco

Con el Gobierno de coalición socialista y comunista de Pedro Sánchez y Podemos, el precio de la luz bate récords históricos cada día, de forma que hoy tenemos que pagarla a un precio que triplica el que se pagaba hace tan solo 12 meses. Estas subidas han provocado que el IPC se eleve hasta el 3,3% en agosto, marcando su tasa más alta en 9 años, ya que la subida del precio de la energía también repercute en alzas en los precios del resto de productos. Los partidos que forman el Gobierno de España, con tal de desviar la atención de su responsabilidad, le han echado la culpa de este descontrol a Aznar, Rajoy, Putin, la Unión Europea, el cambio climático, el capitalismo, las grandes empresas y hasta a Franco, pero en ningún momento han asumido su responsabilidad en un problema que es casi por completo, político.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la gran beneficiaria de estas subidas del precio de la luz ya que, gracias a ellas, la recaudación aumenta, afirma que «el paso del señor Rajoy y del señor Aznar por La Moncloa fue nefasto para la política energética» porque «se cargaron el impulso de las energías alternativas». Esas que en realidad lo único que están haciendo es encarecer el «mix» energético dada su escasa rentabilidad actual que provoca que sólo se sostengan vías subvenciones que acabamos pagando los consumidores. Unos días antes había acusado a la Unión Europea de que «no quieren cambiar este modelo porque creen que es eficiente y simple» y hasta al presidente ruso Vladímir Putin, a quien exige “que fondee más gas en el mercado europeo”. Todo menos aceptar su responsabilidad.

Desde Podemos argumentan que el cambio climático está incrementando la frecuencia de las olas de calor extremo y eso aumenta la demanda de electricidad para el uso de aires acondicionados, lo que unido al alza de los precios de los derechos de emisión del CO2, provoca subidas en el precio de la luz. Aunque los más radicales entienden que la culpa es del propio sistema capitalista, por lo que la única solución pasa por la creación de empresas públicas que gestionen el suministro eléctrico. Mientras el ministro de Consumo, Alberto Garzón, uno de los extremistas más radicales y con menor capacidad de raciocinio, descarga de toda responsabilidad al Gobierno por la subida del precio de la electricidad y le carga la culpa al poder de «tres grandes empresas» para fijar precios y propone mayor intervencionismo limitando por ley el precio de las energías nuclear e hidroeléctrica. Y en plena crisis energética, Podemos exige acabar con los pantanos, fuente de energía limpia y barata, porque son «franquistas» y les parecen antiecológicos.

Cuando estaban en la oposición, tanto el PSOE como Podemos tenían mensajes radicalmente diferentes. En diciembre de 2017, ante una pequeña subida del 4,6%, Pedro Sánchez acusó al Gobierno de Rajoy de “empobrecer al país”. Días antes de las elecciones de diciembre de 2019, Podemos hacía campaña electoral prometiendo que “bajaremos la factura de la luz poniendo firmes a las grandes eléctricas”. Y los periodistas “progres”, voceros de socialistas y comunistas, que se echaban las manos a la cabeza con lo que entonces llamaban “pobreza energética” ahora están callados como puertas. Se les ha olvidado recordar la responsabilidad del Gobierno, como hacían antes, hablando de puertas giratorias. La realidad es que la moratoria nuclear decidida por el PSOE en los ochenta, los incentivos a las energías renovables acordados por el PSOE de Zapatero, el déficit tarifario de años anteriores que todavía se está recuperando vía precios, los costes de las redes de distribución y los impuestos, suponen casi el 60% del precio que finalmente tenemos que pagar los consumidores, siendo el verdadero coste de producción de la electricidad y los márgenes de beneficio de las empresas sólo el otro 40%. Ni Putin, ni el cambio climático, el capitalismo, las grandes empresas, ni siquiera Franco, son responsables de que paguemos la luz más cara de Europa, la culpa es del intervencionismo estatal de los socialistas de todos los partidos que nos han gobernado.