Opinión

Sánchez le hace el juego a Maduro y retira el carnet de conducir al exilio venezolano

Como la dictadura de Maduro ha reiterado los incumplimientos a la hora de informar sobre la autenticidad de los permisos de circulación expedidos en Venezuela, 222.891 ciudadanos de ese país que residen legalmente en España no podrán circular con sus vehículos a partir de ahora. O sea, Maduro castiga al exilio venezolano no facilitando los trámites y Pedro Sánchez se suma al castigo de Maduro castigando a quienes no tienen culpa alguna, un disparate colosal -o venganza, por no ser en su inmensa mayoría afines al sanchismo-.

La medida está poniendo en riesgo que miles de personas puedan acceder al mercado laboral, ya que muchos trabajos exigen disponer de carnet de conducir. La solución para estas personas es sacarse el carnet en España, un proceso lento y caro, pues deben gastar entre 1.500 y 2.500 euros para obtener el permiso de conducir español, incluyendo matrícula en autoescuela, exámenes teóricos y prácticos, y certificados médicos. Esta barrera económica resulta insuperable para muchas familias en proceso de integración, especialmente considerando que Venezuela representa la segunda nacionalidad en llegadas recientes a España.

Vamos a ver: si por razones obvias, la no colaboración del régimen de Maduro responde al hecho de que los venezolanos en España son considerados traidores al régimen en su inmensa mayoría, la decisión del Gobierno de retirarles el permiso sólo contribuye a hacerle el juego al presidente de Venezuela. Porque lo lógico sería pensar que quienes están en posesión del carnet, obtenido en su día en su nación de origen, no lo falsificaron.

Sin embargo, la medida del Ejecutivo, absolutamente desproporcionada, equivale a considerar que todos los venezolanos mayores de edad residentes en España falsificaron en masa su permiso de conducir, un argumento delirante. Si la culpa es de Nicolás Maduro, que tiene tirria al exilio venezolano, lo que hace Pedro Sánchez es ponerse del lado del dictador castigando a centenares de miles de personas absolutamente indefensas e inocentes.