El referéndum consultivo, la baza de Sánchez para ganarse a Puigdemont

La estrategia de Pedro Sánchez para ganarse el favor de Puigdemont y lograr que Junts no bloquee su hipotética investidura es relativamente sencilla: garantizarle una fórmula que ya hace tiempo barajó el PSOE en sus negociaciones con ERC en 2021. Se trataría de permitir que en Cataluña se celebrara un referéndum sobre la independencia no vinculante; esto es, que no obligara a aceptar su resultado. Sería, como algún socialista dijo tirando de eufemismo, como una gigantesca encuesta para testar la postura de los catalanes. ¿Se contentaría Puigdemont con eso? Pues, en principio, exigiría una condición. Que ese compromiso de Pedro Sánchez quedara de manifiesto antes de someterse a una hipotética investidura.
Si el presidente del Gobierno en funciones acepta, Puigdemont podría vender el «referéndum consultivo» como un logro que vendería a nivel internacional y trataría, asimismo, de rentabilizar en términos personales. Su horizonte penal, hoy por hoy, es complejo: Llarena pedirá su procesamiento, como informa OKDIARIO, en unas semanas. La Fiscalía le acusa de un delito de malversación agravada, que contempla penas de entre 6 y 12 años de prisión. Si a Oriol Junqueras y compañía Pedro Sánchez les indultó por un delito objetivamente más grave como era el de sedición -derogado por el Ejecutivo socialcomunista- no hay razón para pensar que no haría lo mismo con el prófugo de Waterloo. Sería al principio de la legislatura y Sánchez tendría cuatro años por delante para «normalizar» el perdón en términos de opinión pública. Ese es el plan del PSOE: sin prisas, pero sin pausa, ir cociendo al apoyo del golpista fugado a fuego lento. Hoy por hoy, Junts vende muy caro su apoyo a Pedro Sánchez y pone encima de la mesa dos condiciones- referéndum de autodeterminación y amnistía-, pero esa postura maximalista tiene todos los visos de ir rebajándose poco a poco. Al fin y al cabo, le permitiría a Puigdemont vender ante su mundo que «Sánchez ha pasado por el aro». O sea, que se trata de un triunfo.
Lo último en Editoriales
-
La Complutense deja a Begoña Gómez como una mentirosa
-
Más le habría valido a la delegada del Gobierno en Valencia echarle un ojo al manual de su esposo
-
El régimen sanchista se inspira en Franco para controlar a la prensa
-
Sánchez rinde el Estado a Puigdemont
-
Muy locuaz contra Mazón, pero muy callada ante los contratos a su marido
Últimas noticias
-
Todos paran a probar este plato en un restaurante de carretera de Castilla y León con 65 años de historia
-
Protestas de los musulmanes de Ceuta por las «cuatro luces» de alumbrado instaladas por el Ramadán
-
La Comunidad de Madrid sopesa recurrir la quita de la deuda catalana para mantener a Sánchez en Moncloa
-
Ureña: «Tener que prescindir de 150 enfermeros por el catalán es el peor regalo que nos dejó Armengol»
-
García Ortiz apunta al banquillo: el juez ve «indicios suficientes» de que filtró los correos contra Ayuso