El PSOE no busca justicia, sino vengarse de Ayuso
El hecho de que acusación popular que ejercen PSOE y Más Madrid plantee a la magistrada que investiga el presunto fraude fiscal cometido por la pareja de Isabel Díaz Ayuso que practique nuevas diligencias por si cabe imputarle más delitos no es más que una estrategia destinada a alargar un asunto que podría haberse zanjado hace tiempo con un acuerdo de conformidad con la Fiscalía, algo, por otra parte, habitual.
OKDIARIO ha podido saber que la nota de prensa que hizo el PSOE para explicar su posición en el asunto fue enviada desde el equipo informático de Belén Labadie, en su día directora de Comunicación de la vicepresidenta del Gobierno y, en la actualidad, directora de Comunicación del Consejo de Estado que preside Carmen Calvo. El PSOE tendrá que dar una explicación, pues no parece que alguien que ocupa un puesto de jefa de prensa en un organismo como el Consejo de Estado pueda emplear su tiempo en defender al PSOE, salvo que Pedro Sánchez haya decidido poner a todas las instituciones a su servicio y Belén Labadie cobre un sueldo público, pero trabaje para Ferraz.
En todo caso, no hay que ser muy sagaz para concluir que lo que busca la izquierda es dañar políticamente a la presidenta madrileña por la vía de estirar un caso que está siendo utilizado de forma obscena por el PSOE y Pedro Sánchez para contrarrestar el escándalo que afecta a la mujer del presidente del Gobierno.
La pareja de Ayuso había asumido el delito de fraude fiscal, lo que implica la devolución de lo defraudado y la consiguiente multa. Es una práctica habitual este tipo de acuerdos con el Ministerio Público, consistentes en declararse culpable a cambio de ver reducida la pena, pero a la pareja de la presidenta madrileña se le ha negado finalmente esta posibilidad porque al Gobierno le interesa utilizar políticamente este caso y alargarlo cuánto más mejor.
El PSOE solicita la ampliación de la investigación y, por tanto, la práctica de nuevas diligencias, porque no se mueve por el interés de hacer justicia, sino por venganza contra Ayuso y por rentabilizar políticamente un caso en el que Pedro Sánchez se ha servido del fiscal general para instrumentalizarlo en su propio beneficio de forma grosera.
La misma izquierda que ataca al juez que investiga los negocios privados de Begoña Gómez, que se presentaba -no se olvide- como conseguidora de ayudas públicas que concede el Gobierno de su marido, se ha personado ahora como acusación popular contra la pareja de Ayuso para dañar políticamente a la presidenta madrileña. El doble rasero y la hipocresía del socialcomunismo no conoce límites.
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