Opinión

El podemita Rubén Sánchez, una máquina de captar subvenciones

Facua, organización de consumidores cuyo secretario general es el podemita Rubén Sánchez – ese que dice ser un «activista por los derechos de los consumidores», ha encontrado un chollazo en el Ministerio de Consumo de Alberto Garzón, que desde que prometió su cargo en enero de 2020 le ha ido incrementando las subvenciones. Con dinero público (de todos los españoles), Facua se ha convertido en un instrumento al servicio del Gobierno. De bien nacidos es ser agradecidos. El año pasado percibió 723.010 euros, por los 564.926,4 del año anterior. La subida es más que notable, pese a que Facua ha ido perdiendo socios. En 2019, la cantidad fue de 432.616 euros y en 2018 de 382.888,8 euros. No hay que ser muy sagaz para concluir que la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno se convirtió en todo un negocio para Facua, que con Podemos en el Ejecutivo ha ido creciendo a un ritmo que para sí lo quisieran quienes no tienen la fortuna de vivir de las mamandurrias del socialcomunismo. Es lo que tiene formar parte del régimen.

Facua contaba en 2018 con 52.795 socios de pleno derecho. En 2021, el número de socios era inferior: 50.168. Conclusión: a medida que ha ido perdiendo asociados, la organización del podemita y cazasubvenciones Rubén Sánchez ha visto incrementadas de forma considerable las ayudas públicas. Dice el Ministerio de Alberto Garzón que el número de asociados no es determinante y que tienen derecho a solicitar la subvención «aquellas entidades que forman parte del Consejo de Consumidores y Usuarios (CCU), del que solo pueden formar parte organizaciones de más de 10.000 asociados». Estaría bien que Consumo que explicara con más detalle cuántas organizaciones de consumidores han experimentado un porcentaje tal alto de mejora en las cuantías recibidas. Y, ya de paso, estaría bien fundamentar los motivos que le  han llevado a ser tan generosos con Facua, más allá de que Facua se haya convertido en un organismo clave en la defensa del Ministerio de Consumo y de su ministro y no tanto del consumidor.