Opinión

El plan genial de Hila: pagar por respirar

Pagar por respirar. Es ya lo único que le falta al Ayuntamiento social-comunista de Palma, que ahora pretende extender la zona ORA a prácticamente todo el casco urbano con un único objeto: alimentar su insaciable voracidad recaudatoria. Necesitan dinero para mantener su corte de chiringuitos y asesores y sostener una cada vez más ciclópea red clientelar que, según sus cálculos, les suponga votos cautivos con los que perpetuarse en el poder, y la forma más directa de conseguirlo es sangrando a los ciudadanos a base de impuestos o de multas. 

Más de 400.000 sanciones de tráficos impuestas en 2021, muchas de ellas con recargo por no haber sido ni siquiera notificadas, radares instalados hasta debajo de las baldosas, límites de velocidad imposibles de cumplir en carreteras que convierten cualquier desplazamiento en una ratonera. Un infierno en vida para los palmesanos y un ejercicio imposible de supervivencia para los comerciantes del centro, que en muchos casos han tenido que cerrar la persiana no sólo por las extremas dificultades que impone el Ayuntamiento a los ciudadanos para llegar a zonas comerciales, sino también por la extrema inseguridad que ha acabado convirtiendo a Palma en un lugar realmente peligroso, especialmente cuando se pone el sol.

Éste es el paisaje que ha dibujado sobre la capital balear el Pacte de Progrés y éste es el panorama que les espera a los ciudadanos si vuelven a gobernar en 2023: pagar por aparcar en cualquier calle, cerrar todo el centro al tráfico y ahuyentar a los pocos comerciantes entusiastas que todavía sobreviven porque no sólo no habrá forma de que conviertan en rentables sus negocios, sino que se arriesgarán a ser atracados o algo peor cada vez que abran o cierren la persiana. Vamos, lo que se dice un verdadero cuento de hadas. El sueño socialista en su máxima expresión.