Opinión

Moncloa, tenemos un problema

  • Pedro Corral
  • Escritor, investigador de la Guerra Civil y periodista. Ex asesor de asuntos culturales en el gabinete de presidencia durante la última legislatura de José María Aznar. Actual diputado en la Asamblea de Madrid. Escribo sobre política y cultura.

«Moncloa, tenemos un problema». Eso es lo que se le podría decir a Pedro Sánchez, parafraseando la frase legendaria que habría pronunciado el astronauta Jack Swigert durante el agitado viaje del Apolo 13. El problema es que el inquilino de la Moncloa haya descartado de un plumazo a Madrid como sede de la Agencia Espacial Española (AEE), dentro su habitual incontinencia sectaria contra una región cuyos ciudadanos no votan como él considera menester.

El lector disculpará el aluvión de siglas que paso a relacionar, pero mi propósito es reflejar el alto nivel que el sector aeroespacial ha alcanzado en conocimiento, experiencia y proyección internacional durante décadas en la comunidad madrileña.

La región de Madrid alberga los siguientes organismos, proyectos y empresas:

Todos estos organismos, centros y empresas radicados en Madrid, en los que trabajan no menos de 3.000 personas, cuentan con amplias conexiones internacionales para el desarrollo de programas y proyectos científicos relacionados con el espacio y para atracción de inversiones. Esto significa también una actividad incesante de viajes y reuniones para la que Madrid reúne inmejorables condiciones.

El lector habrá advertido que Madrid es ya la sede principal de la actividad espacial española y, por tanto, lo lógico sería que lo fuera también de la AEE. Excluir arbitrariamente a nuestra región de un plumazo en esta carrera, como ha hecho Pedro Sánchez, supone un ejercicio de cesarismo rayano en la prevaricación al eliminarla antes de que se hicieran públicos los criterios del proceso de selección de la futura sede.

Dilapidar con la artera y anémica excusa de la descentralización el acervo de conocimiento y experiencia atesorado en Madrid durante décadas puede hacer que el proyecto de la Agencia Espacial Española se estrelle nada más despegar con graves perjuicios para los intereses de España en un campo donde la competencia no es precisamente fácil. Moncloa, tenemos un problema.