Opinión

Lo de Sánchez con Marruecos es como si Zelenski hubiera invitado a Putin a invadir Ucrania

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cambió de forma unilateral la postura de España en relación con el Sáhara y ahora acude a Marruecos a proponerle a Mohamed VI una relación de amistad que incluye el compromiso de España de que el prometido incremento del gasto en Defensa no se destinará a incrementar la seguridad de Ceuta, Melilla y Canarias, territorios reivindicados por Rabat. Esto es, que pasamos por el aro de Marruecos sin pedir nada a cambio y, que, como gesto de buena voluntad, el refuerzo militar no afectará directamente al equilibrio de fuerzas con Marruecos. Y es que Rabat consideró «inoportuno» una nueva carrera armamentística con España como la que mantiene con Argelia. Así que Sánchez prometerá a Mohamed VI que el incremento de nuestro país en Defensa no irá destinado a reforzar Ceuta, Melilla y Canarias, sino que responde a las exigencias de la OTAN ante el nuevo escenario desatado tras la invasión rusa de Ucrania.

España propondrá a Marruecos que ambos países trabajen en una alianza para responder a la amenaza yihadista en el Sahel. El problema para Sánchez es que tendrá que explicar a Rabat qué va a hacer con los cazas F-18 del Ala 46 con base en Gando (Gran Canaria), aeronaves que el próximo año deben ser retiradas del servicio tras 35 años en activo. Esos aparatos son claves desde un punto de vista estratégico, porque son las encargadas de defender los cielos de Canarias ante cualquier intrusión en su espacio aéreo.

En definitiva, que el grado de sumisión del Gobierno a Rabat roza lo esperpéntico. Marruecos sigue reivindicando su soberanía sobre Ceuta y Melilla y España se pliega a Rabat garantizando que el gasto previsto en Defensa no será para reforzar las dos plazas españolas. ¿Pero para qué están las Fuerzas Armadas? ¿Su papel, según la Constitución, no es el de garantizar la soberanía e integridad territorial de España? Sánchez, ¿de qué vas?  Su servilismo ante Rabat es como si Zelenski  hubiera invitado a Putin a invadir Ucrania.