Opinión

El impúdico post mortem de Sánchez

  • Carlos Dávila
  • Periodista. Ex director de publicaciones del grupo Intereconomía, trabajé en Cadena Cope, Diario 16 y Radio Nacional. Escribo sobre política nacional.

En las multinacionales más clásicas había costumbre antes, ahora ya no lo sé, de formalizar reuniones críticas para evaluar actuaciones nucleares, presentación de resultados, de productos, campañas nuevas… en las que el cronista recuerda más de uno de los participantes salió ‘baldao’ del trance, un episodio perfectamente diseñado ‘modo test’ con preguntas e invectivas insoslayables. Ahora la factoría tóxica del gurucillo Redondo se ha inventado para el martes que viene y para su jefe un remedo estólido de aquellos post mortem, presentado, con lujuria retórica, como el no vas más de la transparencia política, como algo (sic) “inédito en la Historia de España”. Pues bien, por si el grupo de palmeros donosos que se ha prestado a este juego tiene a bien colocar a su patrocinador en el jaque de responder a cientos de cuestiones comprometidas, remito algunas, casi todas fechorías, de las que debería responder el interfecto. Vamos con ellas.

Son cuestiones que los sabuesos elegidos para su mayor honra y gloria, tendrían que someter a la consideración de este presidente falaz, el más mentiroso -esto sí que es verdad- que está soportando la Historia de España, señor Redondo, gurucillo insoportable.