Opinión

A Iglesias ya no le gusta el «jarabe democrático de los de abajo»: los quiere en la cárcel

La pareja gubernamental que componen Pablo Iglesias e Irene Montero testificará el próximo 9 de diciembre por videoconferencia para tratar de mandar a la cárcel a un ciudadano, Miguel Frontera Díaz, contra el que se querellaron hace unos meses por los presuntos delitos de acoso, coacción, descubrimiento y revelación de secretos, desobediencia a la autoridad, alteración del orden público y contra los recursos naturales y el medio ambiente.

La testifical de Iglesias y Montero es por el presunto delito de descubrimiento y revelación de secretos, penado con uno a cuatro años de cárcel. Según la pareja, el querellado se encaramó al muro de su propiedad para grabar un vídeo del interior con su teléfono móvil. En el relato que hacen los abogados del vicepresidente también se destacan otras actuaciones por parte del querellado como llevar un equipo con megafonía para sus protestas, lo que supone un «impacto acústico sobre toda la zona del parque natural y la zona residencial de dudosa legalidad».

Miguel Frontera, según Iglesias y Montero, cometió el delito de «poner a volumen muy elevado el himno de España», lo que, en su opinión, «molesta a las aves del entorno del Parque Nacional de Guadarrama». El abogado de la pareja asegura que «todas estas actuaciones alteran el orden público, con marcado carácter de gamberrismo, intromisión y de lesión a los derechos de la familia y del resto de sus vecinos, por lo que no pueden ser confundidas con el legítimo derecho de reunión, manifestación y expresión consagrados en nuestra Constitución».

«No cabe duda -añade- que del veraz relato de hechos que se realiza en esta querella no se puede desprender más que la conclusión de que nos encontramos ante un delito de coacciones con la intromisión y penetración en el entorno personal de la víctima…con manifiesta alevosía para realizar una grabación de vídeo, a través de su teléfono móvil, del interior de la casa, captando ilegítimamente imágenes del núcleo privado y reservado a la intimidad».

No cabe mayor hipocresía: el que patentó la frase de que los «escraches son el jarabe democrático de los de abajo», le pide cuatro años de cárcel a uno de los de abajo que osó protestar delante de su domicilio haciendo sonar el himno nacional. Como ahora Iglesias forma parte de «los de arriba» quiere meter en prisión a un ciudadano que hizo la mitad de la mitad de lo que hicieron los suyos cuando «pedían cuenta a las élites». Ahora, la élite eres tú, Pablo Iglesias.