Opinión

El hermanísimo de Sánchez ni teletrabaja… ni trabaja

El jefe de Servicio de Apoyo Jurídico e Inspección del Área de Recursos Humanos y Régimen Interior de la Excelentísima Diputación Provincial de Badajoz, Alejandro José Cardenal Guijarro, certifica que David Sánchez Pérez-Castejón «no consta que haya solicitado ni que le haya sido autorizada la prestación de sus servicios en régimen de teletrabajo». De hecho, la Diputación habilitó para él una zona con varios puestos de trabajo, además de su despacho personal, en la segunda planta del Palacio de la Diputación. Pero allí nadie le ve, su zona de trabajo está siempre vacía, nadie atiende las llamadas telefónicas y el resto de personal de la Diputación, los que sí trabajan, dicen que por allí «sólo viene alguien de vez en cuando».

La explicación que da a tan extraña circunstancia el presidente de la Diputación de Badajoz y nuevo líder de los socialistas extremeños, Miguel Ángel Gallardo, es que «aquí se trabaja por objetivos, 24 horas al día, todos los días del año, lo cual se hace con presencialidad en unos casos en la propia casa o en las distintas instituciones y empresas». Y se queda tan ancho.

Hay que recordar cómo fue el proceso por el que la Diputación socialista de Badajoz contrató a dedo al hermanísimo del presidente del Gobierno, después de que Fernández Vara hubiera hecho campaña a favor de Susana Díaz en las primarias que acabó ganando Pedro Sánchez el 21 de mayo de 2017. Tres días después de ser elegido secretario general del PSOE, el 24 de mayo, una de sus primeras decisiones fue presentar a las primarias extremeñas, donde Vara se jugaba su reelección, a la candidata pedrista Leonor Martínez-Pereda. Al día siguiente de que se anunciara esta candidatura, Vara se fue a Madrid y dijo públicamente que él iba «a apoyar la Ejecutiva que proponga Pedro Sánchez, sea la que sea». Sánchez ordenó que su candidata renunciara a presentarse contra Vara y éste contrató sólo un mes después a su hermano en un puesto creado ex profeso para él.

Con las prisas, la Diputación de Badajoz llamó al puesto creado para el hermano del nuevo secretario general del PSOE, Coordinador de Actividades de los Conservatorios de Música. En realidad, los dos Conservatorios de Música de Badajoz, denominados Superior y Profesional, están separados por apenas 140 metros que se recorren en menos de 2 minutos andando y su origen está en la ampliación de las instalaciones del Conservatorio original, que se habían quedado pequeñas. Lo innecesario de un Coordinador quedó patente apenas cuatro años después, cuando, tras cogerse un año de excedencia durante el que nadie le echó de menos, el puesto del hermanísimo pasó a denominarse Director de la Oficina de Artes Escénicas, que tiene aún menos actividad, pero lo disimula un poco mejor.

Tampoco es que el sueldo parezca ser demasiado importante para el hermano de Pedro Sánchez. Los 55.000 euros al año que la Diputación socialista le paga por no hacer nada, que para cualquier persona normal sería una retribución considerable, parecen poca cosa para alguien que, no se sabe bien cómo, ha logrado reunir un patrimonio de 2 millones de euros materializados en un palacete en Elvas (Portugal), donde reside -ahorrándose así una pasta en impuestos-, un piso en San Petersburgo (Rusia), otro en Madrid, 63.880 euros en criptomonedas, 114.973 euros en cuentas bancarias, y, lo más sorprendente de todo, 1,4 millones de euros en acciones del BBVA, una cartera para nada normal por su alta concentración en el banco que acaba de anunciar una opa hostil sobre el Banco de Sabadell.

Casual y extrañamente la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha localizado en la misma localidad portuguesa de apenas 16.000 habitantes en la que reside el hermano de Pedro Sánchez, cuatro sociedades pantalla a las que, presuntamente, habrían desviado fondos los miembros de la trama Koldo del PSOE.

A ver, vamos a ponerlo todo seguido. Al hermanísimo de Pedro Sánchez lo contrataron a dedo inmediatamente después de que éste se hiciera con la Secretaría General del PSOE. Su puesto no tiene contenido, ni atribuciones, ni actividad. Nadie lo ve aparecer por su despacho, aunque no teletrabaja. Ha acumulado un patrimonio descomunal que no guarda proporción con su retribución. Y reside en el mismo pueblecito portugués donde se han localizado empresas de la trama Koldo del empresario Víctor de Aldama, relacionado con Begoña Gómez, la mujer de Sánchez. Resulta tan evidente que el hermanísimo de Pedro Sánchez ni teletrabaja, ni trabaja, porque no le hace ninguna falta, como que más pronto que tarde nos acabaremos enterando de lo que hay detrás de todas estas casualidades.