Opinión

Gobierno aterrador

Federico Jiménez Losantos define de forma única el régimen que hace flipar al zumbado: «Gobierno Fentanilo, Sánchez, Ternera y Puigdemont». Y lo aclara, «golpistas, terroristas, felones y rábulas crearán un nuevo régimen mediante leyes que serán puñaladas por la espalda a los españoles». Esto es lo que nos espera si logra ser investido tan indecente demagogo, Fentanilo por un tubo y un Gobierno aterrador. Oír su melosa voz de monja de clausura, que utiliza cuando miente sin parar, es escalofriante, porque presagia totalitarismo.

La investidura se resiste, pues todos sus macabros socios desconfían del fulero. El corrupto Pujol le pide al prófugo Puigdemont «ser exigente» con el manipulador, «para que no nos timen en Madrid». Nadie le cree, ni siquiera él mismo se cree la que está liando. Desparrama mucho el autócrata y no digamos los consejeros de los que se rodea, que parecen salidos de una tómbola de muñecos rotos, con cerebros de plástico manejados por IA.

Sólo se les antojan atrocidades y sandeces, que lanzan al mercado con una puntualidad agobiante. La ley del sólo sí es sí, la del apogeo Trans, la ridícula de los animalistas y tantas otras que confunden e indignan a la población, por su exagerado coste, miles de millones salidos de nuestros tributos que los esbirros del amo pródigo, dilapidan, para así justificar el hundimiento de la economía. ¿Cuánto costará la investidura de este grillado, sumando lo que le van a sacar sus avarientos socios? Aún está abierta la loca subasta y se cuadruplicará el gasto.

Mientras pasan los días como aves por el cielo, el trapero con frac, vuelve a saltarse el protocolo, adelantándose al Rey en La Alhambra frente a los líderes europeos. Ya se cree el jefe del Estado. Lo ha vuelto a hacer, para dejar patente su soberbia. (En los sótanos de Moncloa, entre carcajadas, se le ha oído decir de Felipe VI «que sólo sirve para firmar indultos y amnistías»). Pero ojo con los independentistas, que también lo volverán a hacer y tienen mucho que decir sobre la investidura. Puigdemont quizá arruine la fiesta de la soberbia, aunque éste cobarde en fuga, acabará tragando y tendremos «Gobierno Fentanilo». ¡Aterrador!