Opinión

Curso rápido de adoctrinamiento socialcomunista en las redes

El Gobierno socialcomunista valenciano que preside Ximo Puig, a través de la Consejería de Educación cuyo titular es Vicent Marzà, de Compromís, se ha inventando una nueva asignatura optativa en la ESO que responde al nombre de Cultura Digital. Hasta aquí, nada que objetar: está bien que los niños se familiaricen con un fenómeno creciente cuya adaptación es absolutamente necesaria.

Pero, ¿qué hay detrás de la Cultura Digital que estudiarán desde los 12 años los niños valencianos? Una simple lectura del programa académico y de las unidades didácticas de esta nueva asignatura revela qué es lo que pretende una materia que se enmarca, de forma nítida, en la agenda ideológica de la izquierda. A los críos se le ilustrará para que se conviertan en «activistas» en las redes para defender los valores de la izquierda y hacer frente al pensamiento excluyente e insolidario, que por supuesto es aquel que exhiben quienes no comulgan con los códigos sociales de la izquierda. Especial mención se hará en combatir los «discursos de odio» que, naturalmente, son propios de la derecha reaccionaria. Y, para colmo, a los niños se les enseñará a desmontar las «fake news», convirtiéndoles en verificadores de la verdad, siempre siguiendo los patrones de la izquierda.

La asignatura, que se impartirá en inglés y en dos o tres horas a la semana, convierte la Cultura Digital en una excusa para llevar a cabo un curso acelerado de adoctrinamiento, ofreciendo a los niños como referencia el seguimiento de campañas llevadas a cabo en las redes por los más conspicuos activistas de la izquierda. Todo muy progresista.

Está más claro que el agua que lo que pretende la Consejería de Educación valenciana es instruir desde su más tierna infancia a las nuevas generaciones para inculcarles el código de valores morales y sociales de la izquierda. Soldaditos al servicio de la causa. Un ejército de inocentes al que el socialcomunismo pretende convertir en futuros guerreros de las redes. Cultura Digital le llaman. Hipócritas.