Opinión

Comprar oro como refugio frente al futuro

Desde el comienzo de 2024 la onza de oro, un brillante activo global de toda la vida, ha subido ya un 29% y previsiblemente cerrara este año con una cotización alcista cercana a los 2.800 dólares la onza, ya en máximos históricos, recordando que el mínimo que se produjo en el año 2022 fue de 1.600 dólares. Algunos analistas reputados dicen que todavía puede subir un 25% adicional. Es un hecho que el año 2022 ha sido el año de mayor compra de oro de la historia y el año 2023, el segundo de mayor compra, superando en ambos años las 1.000 toneladas.

Esta impresionante escalada sitúa al metal precioso brillante en el centro de todas las miradas de los inversores y de los principales analistas superando su interés sobre otras materias primas incluido el petróleo o las acciones de las bolsas en Occidente si tenemos en cuenta el análisis durante un largo periodo de tiempo.

Nos movemos en un escenario mundial donde manda una compleja geopolítica cuyo inicio podemos situar en la congelación de los activos rusos tras la invasión de Ucrania de febrero de 2022. Se ha agravado con la mayor dificultad de ofrecer seguridad en el transporte marítimo por las rutas del mar Rojo y los conflictos bélicos entre los bloques antagónicos del globo, las democracias liberales defendiéndose frente a las agresiones directas o indirectas tanto de las teocracias como de las autocracias en el Medio Oriente y en Europa.

Constatamos que se ha producido una larga serie temporal de demanda de oro físico al alza, tanto de monedas, lingotes y de joyería potenciada además por la caída de los tipos de interés.

En paralelo y desde la anterior crisis de 2009 una gran parte de los Bancos Centrales están comprando oro para mejorar sus reservas para respaldar parte de la deuda que han contraído. Recordemos que se produjo un cambio radical de la tendencia de las décadas anteriores, donde los Bancos Centrales se habían comportado como unos vendedores netos. Recordemos, como ejemplo, que la última vez que el Banco de España vendió oro de sus reservas fue en 2007.

Dos grandes protagonistas en estas compras masivas de oro, el Banco de India -RBI- y sobre todo el Banco de China -PBOC- que lleva ya más de 16 meses como comprador neto de oro, mientras se deshace en el mercado internacional de relevantes cantidades tanto de dólares americanos como de bonos del tesoro.

La explicación de la alta demanda de oro en China es clara. La población tenía el 65% de sus ahorros en el negocio inmobiliario que ha ido muy mal, lo mismo ha ocurrido con las cotizaciones de los valores en bolsa y la cotización del yuan. En China durante 2023 el oro de joyería incrementó su demanda un 10 % y las monedas y los lingotes un 28%.

En ambos países, es tal la demanda de oro que se ha venido pagando una prima sobre la propia cotización del oro.

Otros factores que están impulsando de una forma extraordinaria la cotización de la onza de oro en dólares son los datos de inflación de los EE.UU., que siguen por encima del objetivo. Es un hecho constatable que, desde hace poco más de tres años, la correlación inversa entre los tipos reales -expectativas de inflación menos los tipos nominales- y el oro está rota.

La pérdida de confianza en el dólar americano y de los bonos del tesoro EE.UU. y la sustitución de parte de esas reservas por oro físico es una realidad.

Este movimiento se produce, en boca de los analistas, debido al comportamiento del oro como un valor refugio, pero también a la falta de credibilidad sobre el control de la inflación para numerosos inversores. El oro representa cierto blindaje contra la inflación dado que ha sido el seguro que ha protegido las inversiones a lo largo de la historia. Es un activo que da estabilidad ante la inflación de materias primas dado que el oro se comporta además de forma satisfactoria en periodos de estanflación.

Los Bancos Centrales van a seguir comprando dado que el oro sigue pesando muy poco dentro de los activos financieros de las carteras, y dados los excesos monetarios realizados y la cantidad de deuda actual y prevista, de los estados. La historia económica nos enseña que la forma fácil de pagar las deudas es producir la devaluación del dinero usando la inflación. En época de inflación, el oro mantiene su atractivo incluso viendo salidas de ETFs de oro en Europa y EE.UU. hacia China.

Otro de los aspectos a tener en cuenta en este análisis es la evolución de la cotización de las empresas mineras de oro. Si comparamos estas cotizaciones con la del propio metal precioso, podemos concluir que están en mínimos históricos, si bien es cierto que su revalorización reciente, últimos 9 meses, ha sido incluso superior a la evolución de la onza de oro representando un 32 % desde comienzos de 2024.

Los analistas esperan ver un aumento significativo de estas cotizaciones a partir de ahora. Atrás quedan los excesos del año 2015. La mayoría de la industria minera del oro ha saneado balances y ha introducido mejoras significativas en la gestión. Se trata de un negocio cíclico a largo plazo que requiere compras e inversión en exploración.

Los expertos concluyen que, cuando hay un limitado interés por un sector necesario y baja la inversión en el mismo, se produce un contexto positivo para su valoración futura. Los datos dicen que desde el comienzo de los años 90 hasta el presente se han producido 340 nuevos descubrimientos de yacimientos de oro, pero debido a la escasa inversión en exploración en la última década solo han sido 28 los nuevos descubrimientos, lo que confirman la buena oportunidad en el futuro para aquellas minas de oro que tengan amplias reservas y costes bajos de explotación y exploración. La experiencia nos dice que el valor de las acciones de las mineras de oro con reservas se comporta mejor que el propio oro durante los ciclos de bajadas de tipos.

Para terminar, solo recordar las diferentes formas de comprar oro, que serán elegidas dependiendo del nivel de riesgo a asumir por el inversor. Empezando por la compra física de monedas o lingotes de oro, la inversión de ETFs de oro respaldados por oro físico, los fondos de inversión con exposición al oro o la compra de acciones de compañías mineras de oro o de empresas de royalties.

Por lo que viene, y parece que la nueva ración de geopolítica empieza a ser protagonizada por el elefante en la habitación, que es Irán, en guerra cada vez más abierta contra Israel. Una vez esta nación ha puesto en su lugar a los grupos terroristas interpuestos, el empeoramiento global de las tensiones seguirá impulsando al alza la cotización de la onza del oro y seguramente veremos romper la barrera de los 3.000 dólares mucho antes de lo previsto hace solo un año.

Aurum est tutum bonum ab temporibus Romanis 

José Luis Moreno, economista, ha sido director de Economía en la Comunidad de Madrid y en el Ayuntamiento de Madrid. Analista económico y empresarial.