Ayuso ante el congreso del PP de Madrid
Por fin, la presidenta Isabel Díaz Ayuso tendrá la posibilidad cierta de dirigir el Partido Popular en su territorio. Nadie entiende a estas alturas la cerrazón de la anterior dirección popular en cerrar el paso a la gran triunfadora del 4M.
Si hay algún barón autonómico entre los diecisiete que existen en toda España con derecho a dirigir el partido esa es Díaz Ayuso. Sin duda. Madrid es un territorio clave para el centroderecha como lo es Galicia, Andalucía y Castilla y León. Es el territorio donde sus ciudadanos más leen, están mejor informados y viven su vida al margen de clichés empobrecedores y otros elementos fatuos. Madrid, capital y comunidad, está gobernada por dos jóvenes dirigentes sobradamente preparados, con enorme vocación política y con talento para enlazar con las aspiraciones de sus gobernados.
Gobernar no es perorar en vano. Mucho menos utilizar los recursos públicos para intentar destruir al adversario. Hacer oposición no es lanzar bulos, insidias y campañas destructivas y ad hominem contra quien te vence en las urnas. Por tanto, esa izquierda desaforada madrileña debería tomar buena nota de que de esa manera no se bate democráticamente a Isabel Díaz Ayuso, que cuenta con todas las papeletas para continuar dentro de un año en la Real Casa de Correos.
Con la próxima elección de la lideresa madrileña como jefa del PP se restablece un habitual modus operandi hasta ahora normal dentro de la formación de centroderecha. A partir de ese dato ya no habrá excusa ni remilgo para remar todos en la misma dirección.