Opinión

La abundancia y el dinero

La abundancia y el dinero, un asunto que, sin duda, nos toca a todos. El diccionario de la Real Academia Española define «abundancia» como «gran cantidad o prosperidad, riqueza y bienestar».

Cuando hablamos de abundancia, pensamos en términos de dinero. No es extraño. Vivimos en un mundo en el cual nuestra vida parece girar alrededor del dinero. Sin quitarle importancia a tener una condición financiera saludable, la verdadera abundancia va más allá de la riqueza material. Es un estado de la consciencia que permite la plenitud y satisfacción en todas las áreas vitales: la salud, las relaciones, el crecimiento personal, la sociedad, la naturaleza y también el dinero.

El universo habla en términos de abundancia. Está en constante cambio. Todo en el universo sigue la misma regla, lo que no crece, muere. La abundancia es el estado natural de la existencia, y aunque la intervención humana trate de limitarla, le será imposible. El despertar de la consciencia hará los ajustes correspondientes a la economía con la sostenibilidad.

La abundancia se gesta al entrar en un estado de consciencia en el cual entendemos, y sentimos, que somos plenos y capaces de conquistar lo que deseamos. Probablemente, el mejor camino para entrar en el estado de la consciencia de la abundancia, sea la meditación, que nos permite llegar hasta el subconsciente y sentir la plenitud de nuestras capacidades. Otro camino es la visualización; un buen acercamiento, pero no el tope.

En el estado de consciencia de la abundancia, soltamos el lastre que nos impide avanzar: miedos, rencores y frustraciones. Nuevas fuerzas se liberan y tenemos la confianza necesaria para con nuestras capacidades transformar cualquier reto en una valiosa oportunidad. En ese estado de consciencia podemos materializar la abundancia.

La abundancia no es tener mucho de algo, sino sentir que basta con lo suficiente, sin derroches ni desperdicios. En el estado de la consciencia de la abundancia reconocemos y apreciamos lo que poseemos, no en lo que falta ni en el miedo a no tener lo suficiente, para cada día dar otro paso hacia nuestras metas.

El dinero es una simple herramienta de intercambio que permite disfrutar de bienes y servicio, comprar cosas que nos satisfacen, pero no la verdadera felicidad, el amor genuino o la paz interior. Tener más dinero no nos resolverá los problemas; en cambio, lograr el estado de la consciencia de la abundancia general abarca todos los aspectos de nuestra existencia, incluido el dinero.

Mientras accedemos al estado de consciencia de la abundancia, podemos seguir conductas fortalecedoras:

Aunque el camino para llegar al centro de la consciencia de la abundancia es la meditación, un proceso largo y de mucha disciplina, aquí dejo algunas prácticas cotidianas que nos ayudan a acercarnos al estado de la abundancia:

Ver el dinero como algo pesado, difícil o negativo hace de la escasez una realidad. En cambio, si lo vemos como una herramienta que puede mejorar nuestra vida y la de los demás, lo atraemos y lo manejamos de una manera efectiva. Hay que tener el enfoque y acercamiento adecuado al dinero.

Otro aspecto importante para acceder a la abundancia es la armonía o el equilibrio. El universo funciona bajo un equilibrio perfecto, que sigue nuestro hermoso y contaminado planeta, y que los humanos no seguimos, por falta de equilibrio personal. Estamos aprendiendo a conectar nuestro cuerpo con nuestra mente y con nuestra alma; un proceso indispensable para entender, dentro de la abundancia, la generosidad, la empatía y la compasión, para llegar al compartir como la base de la justicia social. Sin armonía se impone el caos, la violencia y las disputas.

Abundancia y dinero están interconectados, pero la verdadera riqueza no se mide en términos de posesiones o cuentas bancarias. El dinero es un valor de cambio, una referencia. La consciencia de la abundancia beneficia todos los aspectos de nuestra existencia y hace posible la felicidad: una vida llena de propósitos, amor y conexión con el entorno social y natural.

Jorge Neri Bonilla es editor de Cambio16 y presidente de Fundación Cambiemos